Tras dos meses de intensa actividad criminal, agentes del grupo de Crimen Organizado de la Udyco de la policía nacional de Valencia ha logrado poner coto a los desmanes de la banda de los deportivos, después de cerca de una treintena de asaltos a chalés de Valencia y Castelló en apenas dos meses. Los tres detenidos, todos ellos de origen albanés si bien portaban documentación falsa para aparentar ser italianos y gozar de los derechos de los ciudadanos europeos, pasaron ayer tarde a disposición del juzgado de guardia de Valencia, que ordenó prisión provisional, comunicada y sin fianza para al menos dos de ellos, según fuentes del TSJ-CV.

El juez de Valencia se inhibirá en favor del Juzgado 2 de Instrucción de Teruel, que ha dirigido la investigación, ya que los ahora detenidos eran buscados por un robo ocurrido hace un año en esa ciudad.

Las detenciones se produjeron, según la información a la que ha tenido acceso este diario, a última hora de la noche del martes, después de una investigación que se ha prolongado por espacio de más de un mes. Los acusados fueron apresados durante un operativo policial en el que no sólo participó la Udyco, sino que además contó con la colaboración de los GOES, dada la peligrosidad de los sospechosos, que se alojaban en varios pisos de la zona norte de la ciudad de Valencia.

Tras las detenciones, los investigadores registraron no sólo los domicilios de los detenidos, diligencia realizada en presencia de sus abogados y del secretario judicial, sino también otros lugares en los que al parecer guardaban buena parte del botín, aquélla a la que aún no habían logrado darle salida.

Aunque la policía mantiene un mutismo absoluto en relación con esta operación, que permanece bajo secreto sumarial, este diario ha podido saber que durante los registros fueron recuperados numerosos efectos robados, muchos de los cuales ya han podido ser reintegrados a sus propietarios. De hecho, los dueños de las joyas y productos de electrónica, entre otros efectos, fueron convocados el miércoles y el jueves en la Jefatura Superior de Policía de Valencia, donde se les hizo entrega de sus propiedades una vez aportada la denuncia por el robo.

La banda de los deportivos, que se ha ganado a pulso el sobrenombre por su querencia por ese tipo de vehículo —que robaban de los chalés en los que perpetraban los asaltos—, hizo su aparición a finales de octubre en Cullera, donde asaltaron dos viviendas unifamiliares de lujo en la urbanización Cap Blanc, de donde se llevaron un generoso botín y un Porsche 911, modelo 996 de color negro. Con ese vehículo, cometieron una oleada de asaltos en Godelleta y en otros municipios de la Hoya de Buñol y de l´Horta Nord.

De hecho, acabaron abandonándolo dos semanas más tarde, el 17 de noviembre, en El Puig, después de varios asaltos en chalés de urbanizaciones privadas próximas a ese municipio.

A continuación protagonizaron una intensa y descarada oleada de robos en las principales urbanizaciones del Camp de Túria, sobre todo en Riba-roja, San Antonio de Benagéber, la Pobla de Vallbona y l´Eliana.

Cuando ya parecía que los robos iban a quedar impunes, pese a que sobre a banda había varios investigaciones abiertas por parte de la Guardia Civil —en cuyo territorio se han producido la inmensa mayoría de los robos— y de la policía nacional, los sospechoso fueron identificados, localizados y arrestados.