Los vecinos del número 29 de la calle Actor Llorens de Valencia -junto a la avenida del Puerto- se sobresaltaron ayer al oir un fuerte golpe en un coche. Eran cerca de las trece horas cuando un perro se precipitaba desde la terraza de un edificio de cuatro alturas para impactar sobre la luna delantera de un vehículo estacionado en el vial.

El animal quedó malherido y el cristal del coche destrozado. Minutos después aparecieron los dueños del can, quienes se dirigieron con el perro hasta una clínica veterinaria para ver el alcance de las heridas, después de constatar que sangraba.

Los residentes de las fincas colindantes lanzaban ayer sus hipótesis sobre el accidente. Al parecer el animal se encontraría jugando en la terraza o persiguiendo a una paloma y un mal salto dio con él en la calle.

El vehículo dañado, azul y de la marca Peugeot, estaba aparcado justo debajo del portal. Su propietario decidió llevarlo a reparar al ver que la luna había quedado hecha añicos. Precisamente el cristal amortiguó la caída del perro.