"Eliseta tenía miedo a su hijo, decía que tenía que acabar matándola". Son palabras de Remedios Román, una vecina de Alzira que, según aseguró ayer, conocía a la víctima desde hace muchos años y compartía con ella muchos momentos, quien llegó a comentar que "últimamente nos había dicho que le habían prohibido ir a ver a su hijo", si bien no consta que existiera ninguna orden de alejamiento, según señalaron fuentes del TSJ.

Remedios aseguró que la víctima había sufrido agresiones por parte de su hijo y que, en ocasiones, se había presentado en su casa con algún ojo morado. Explicó que Elisa había hecho todos los esfuerzos que estaban en su mano para ayudarle. "Como madre la comprendo, se ha gastado mucho dinero para ayudarle, incluso vendió propiedades para pagar los gastos de su hijo, porque ella se apañaba con nada", comentó, mientras entre sollozos relataba como le habían despertado a primera hora de la mañana con la noticia.

También otro vecino de la calle que conocía a la familia y los antecedentes agresivos del menor de los hermanos no dudó en señalar que "esto se veía venir".