El Ministerio Fiscal solicita una pena de nueve años de prisión para el hombre que presuntamente abusó de una niña de trece años en repetidas ocasiones en el domicilio de Valencia que compartía con su pareja y la madre de la menor. Fruto de estos abusos la víctima quedó embarazada y tuvo un hijo, que fue dado en adopción tras hacerse cargo los servicios sociales.

El acusado, de 27 años y nacionalidad boliviana, se encuentra actualmente en paradero desconocido y se sospecha que podría haber huido a su país natal, según apuntaron fuentes próximas al caso. En agosto de 2010 fue arrestado por la policía nacional después de que la madre de la menor presentara una denuncia contra él al descubrir los hechos. No obstante, tras ser puesto a disposición del juez quedó en libertad con cargos y en los últimos meses se le ha perdido la pista.Eso no ha impedido que el proceso de instrucción siga su curso y el fiscal haya calificado los hechos como constitutivos de un delito continuado de abusos sexuales, por lo que pide para el acusado una pena de nueve años de prisión y que indemnice a su víctima con 18.000 euros, en concepto de responsabilidad civil.

Los hechos se remontan a 2009 cuando la niña todavía tenía doce años. El procesado convivía con su pareja en un piso de Valencia, en el que también compartían alojamiento la madre de la menor y ésta. "Aprovechando los momentos en los que se quedaban a solas en el domicilio y la falta de madurez y capacidad de la propia menor para comprender las consecuencias del acto sexual" el acusado mantuvo "relaciones sexuales no consentidas" con la niña hasta en cuatro ocasiones, según la fiscalía.

Como consecuencia de dichas relaciones la menor, que cumplió trece años en enero de 2010, quedó embarazada. Sin embargo, la chica, asustada, no manifestó lo ocurrido a su madre hasta finales de julio de ese mismo año, cuando ya estaba en el séptimo mes de gestación. Inmediatamente la madre denunció los hechos a la policía y detuvieron al hombre. La menor dio a luz a un varón el 23 de septiembre de 2010. La conselleria de Bienestar Social se hizo cargo del bebé que dada la delicada situación económica de la familia y psicológica de la madre lo dio en adopción.