Florencio, de 51 años, se convirtió en la madrugada de ayer en el tercer indigente que fallece violentamente en Valencia en poco más de día y medio. El aparcacoches fue brutalmente apuñalado por una pareja, que se dedicaba a lo mismo, el domingo por la tarde, tras varios enfrentamientos en los que el presunto agresor pretendía la exclusividad y el control de una de las calles adyacentes al Hospital General de Valencia..

Según Jonathan, otro "gorrilla" amigo de Floren que trató de mediar en la riña, el presunto agresor, Víctor, y su pareja, Nines, "son muy violentos". De hecho, no era la primera vez que iban a por ellos. Hace apenas un mes, cuando Víctor acababa de salir de prisión, "me atacó por detrás y me dio un golpe tan fuerte en la cabeza que tuve un derrame. Aún me duele", se lamenta Jonathan.

La intención de la pareja "era quitarnos el dinero y las cosas, y quedarse con la calle". Se le llevaron los 10 euros recogidos durante el día, algo de ropa, la metadona y el tabaco de liar. "Floren me defendió muchas veces, y mira ahora...", rememora Jonathan. El domingo, Floren y Víctor ya se habían enzarzado en una bronca porque Nines y otra mujer, compañera de un tercer sin techo, se habían peleado. Sobre las cinco y media de la tarde regresaron. Floren "tenía preparado un palo desde hacía tiempo". Una agresión hace unas semanas acabó en denuncia y en orden de alejamiento.

"Lo malo es que le vinieron por detrás y no pudo ni coger el palo para defenderse". A la entrada del aparcamiento del Hospital General lo alcanzaron. "Yo intenté separarlos, pero Víctor sacó un cuchillo grande y le dio una puñalada en la pierna. Nines lo sujetó por detrás y le gritaba: "Tírale, tírale"". Le propinó una segunda cuchillada en la misma pierna, la derecha.

Jonathan trató de ir en busca de ayuda. "Me cogió por detrás y me intentó quitar el dinero, tenía dos euros y medio o así. Luego me limpió el cuchillo en la manga y me amenazó con pincharme". Nines y Víctor salieron corriendo, y Jonathan ayudó a Floren a entrar al hospital. Caminó 50 metros y cayó desplomado. Se desangraba. Jonathan pidió auxilio. Una ambulancia acudió al aparcamiento, los médicos le hicieron un torniquete y lo llevaron de urgencia al quirófano. Poco después, la policía detenía en la calle Tres Cruces con la avenida del Cid a los dos presuntos agresores.

A las tres menos diez de la madrugada moría, víctima de un choque hipovolémico a causa de la brutal hemorragia por la rotura de la arteria femoral cuyas consecuencias no pudo remontar. Floren llevaba al menos año y medio en la calle, ganándose la vida como gorrilla y durmiendo en un coche abandonado.

Desangrado en un solar

El primer homicidio de un indigente este fin de semana en Valencia se producía en la madrugada del sábado. Un vecino del barrio de Campanar alertó a la policía tras toparse con el cadáver ensangrentado de un hombre en un descampado utilizado como aparcamiento de coches. Tras acordonar la zona, se hizo cargo del caso el grupo de Homicidios. La autopsia confirmó las primeras sospechas: la víctima, al parecer oriunda de un país del Este, murió como consecuencia de las fracturas y golpes propinados con un objeto contundente. De momento, no hay sospechosos, aunque el grupo de Homicidios ya ha comenzado a buscar en el entorno más cercano a la víctima.

¿Quién prendió fuego a Miguel?

Horas más tarde, moría otro sin techo, víctima de las llamas, al pie del banco en el que solía pernoctar, en un parque público de la plaza de Juan de Vilarrasa, tal como publicó ayer Levante-EMV.

Agentes de Homicidios están tomando declaración a todos los indigentes con los que solía tener contacto, para bien o para mal, el fallecido, Miguel García, de 62 años de edad. De momento, no se han producido detenciones, aunque todo apunta a que la persona que supuestamente le prendió fuego es alguien de su entorno.

De hecho, tal como adelantó ayer este diario, Miguel había denunciado en la Comisaría de Centro, en la tarde del pasado día 12, que la noche antes alguien había tratado de quemarlo mientras dormía. Incluso facilitó la identidad de la persona de la que sospechaba. La policía trata ahora de certificar si esa persona estaba o no en prisión el pasado fin de semana. En esa denuncia decía que era la segunda vez que le ocurría algo similar, aunque únicamente presentó esa acusación formal.

Los agentes también están comprobando las cámaras de distintos establecimientos ubicadas en las calles adyacentes a la plaza, en un intento por corroborar si alguien salió corriendo de allí en los minutos anteriores a que Miguel comenzara a arder.