Un joven de Albal tendrá que presentar cuanta documentación tenga de una bici para recuperarla después de que se la robasen del trastero. Los hechos ocurrieron la semana pasada cuando comprobó que le habían sustraído su preciada bicicleta de montaña -de competición y de la serie "Mérida"-que en su día le costó 1.130 euros y en la que había invertido aproximadamente otros 300 euros en extras.

La desaparición del vehículo se enmarcó en una oleada de robos registrados en Albal y Catarroja. Días más tarde, el joven recibió la llamada de un amigo que le alertaba de que su bicicleta se encontraba a la venta y expuesta al público en una conocida tienda de productos de segunda mano, ubicada en la avenida del Puerto de Valencia.

El dueño de la bici, tras comprobar que era cierto, no dudó en llamar al 091 para denunciar los hechos. Inmediatamente se personaron en el comercio varios agentes de la Policía Nacional del puesto de Zapadores que reclamaron la presencia del gerente de la tienda quien acreditó la identidad de la persona que había vendido la bicicleta afirmando que era suya. La policía ordenó al responsable de ventas que retirase la bici al almacén, a la espera de que se resolviera la denuncia.

Según los primeros indicios el ladrón fue detenido gracias a la denuncia y los agentes de policía le pidieron al dueño de la bicicleta que presentase toda la documentación que tuviese sobre ella. Afortunadamente para el chico guardaba la factura de la tienda de bicicletas por valor de 1.130 euros, además de los tiques de compra de diferentes piezas que había cambiado para mejorar su funcionamiento.

De esta manera deberá justificar la propiedad de la bicicleta, todo lo contrario que el ladrón de la misma, quien con simplemente presentar el DNI, en la tienda de enseres de segunda mano, logró venderla sin mayores problemas.