La Policía Nacional ha detenido en Gandia a dos hombres, de 40 y 45 años, y de nacionalidad española, como autores de un delito continuado de estafa después de cobrar por la reparación de cerraduras que ellos mismos habían estropeado previamente.

Las investigaciones comenzaron después de que un vecino no pudiera entrar a su domicilio porque alguien había echado algún tipo de material en el interior de la cerradura. Al no poder abrir la puerta, llamó a un servicio de urgencias de cerrajería cuyo teléfono aparecía inscrito en una pegatina a la entrada del edificio.

Minutos más tarde, se presentó un cerrajero de la empresa publicitada quien, sin comunicar previamente su tarifa, reparó la cerradura dañada, por la que cobró la cantidad de 348 euros.

Según ha podido saber este periódico, los hombres retiraban todas las pegatinas de otros cerrajeros, inutilizaban las cerraduras y pegaban la suya.

La Guardia Civil sospecha que los dos detenidos podrían estar detrás de otros 13 delitos de este tipo en otros puntos de la comarca y ya ambos tienen antecedentes.