El cadáver del niño de tres años que la Policía buscaba desde hace cuatro días en el vertedero de Dos Aguas (Valencia) ha sido encontrado esta tarde, según han informado fuentes de la investigación.

El menor, cuya desaparición fue denunciada el pasado miércoles, estaba al cuidado de dos mujeres, amigas de su madre, que han ingresado en prisión comunicada y sin fianza después de que una de ellas reconociera que el niño había fallecido y que habían dejado el cuerpo en un contenedor de basura de Valencia.

El cuerpo del niño, que a las 19.30 horas todavía permanecía en las instalaciones del vertedero de Dos Aguas a la espera de que un juez dictaminara su levantamiento, ha sido hallado alrededor de las 18.20 horas, según ha informado el Cuerpo Nacional de Policía.

Agentes de la Policía científica y de la judicial habían analizado hasta hoy más de 300 paquetes de basura de entre una tonelada y una tonelada y media cada uno en el citado vertedero y todavía faltaban a mediodía otros tantos, según ha informado la delegada del Gobierno en la Comunitat, Paula Sánchez de León.

La labor de búsqueda estaba siendo desarrollada por agentes de la policía científica y judicial, con el apoyo de una unidad de guías caninos de Madrid especializados en detección de cadáveres.

El pasado viernes la policía informó de la detención en Valencia de dos mujeres -Pura A. y Vanessa R.V., de nacionalidad boliviana, que se encuentran en prisión, comunicada y sin fianza- que estaban al cuidado del menor desaparecido por su supuesta relación con los hechos.

La desaparición fue denunciada por la madre, compatriota de las detenidas, cuando sospechó que a las dos amigas a quien se lo había dejado les había pasado algo grave con él.

Agentes de la Policía Nacional se personaron en el domicilio de las mujeres, que les aseguraron que esa misma tarde, el pasado miércoles, el menor había sido secuestrado, mientras paseaban por las calles de Valencia, por un hombre que se habría hecho pasar por policía.

Ante la inconsistencia del relato, y en una segunda declaración ante la Policía, al parecer una de las amigas aseguró que el niño había fallecido y que habían dejado el cuerpo en un contenedor de basura de la capital valenciana.

Por esa razón la búsqueda se centró en el vertedero de Quart de Poblet, en el área metropolitana de Valencia y en el de Dos Aguas, en el interior de la provincia, adonde llegan las balas compactadas de basura procedentes del primero.

Las causas de la muerte del menor aducidas por las detenidas no han trascendido, y sus vecinas han explicado que las dos trabajaban en el edificio al cuidado de personas.

A ambas las han calificado de "buenas personas" y han comentado entre lágrimas que se enteraron el sábado de lo que había ocurrido porque hasta entonces pensaba que el niño estaba desaparecido.

Vanessa y Pura eran clientas habituales del restaurante "El Roscón" especializado en comida boliviana. Su propietaria, Assumpta Paz, cuenta que ambas "solían traer al niño con ellas y se comportaban como sus madres. Me quedé sorprendida de ver lo que ha pasado".

"El trato con el niño era bueno porque yo veía que lo trataban como a un hijo. Pura tiene dos hijos en Bolivia y por eso no me cabe en la cabeza lo que pasa", cuenta Assumpta.

La madre del menor, que se ha trasladado a la vivienda de unos familiares en Valencia, ha sido atendida hoy por personal sanitario debido a una crisis de ansiedad.

PENA MÁXIMA

Un familiar del niño ha pedido a la Justicia la pena máxima para las dos mujeres presuntas autoras del fallecimiento del menor.

Jonathan Castro, tío del menor, ha agregado que "embolsar (el cadáver) y llevarlo a un contenedor es tener la cabeza fría y por eso espero que la persona que las juzgue tenga también la cabeza fría".

Castro ha señalado que su hermana Lohammy "está destrozada" tras enterarse del hallazgo del cuerpo, "pero aún así hasta que la Policía no diga al cien por cien que es el niño no quiere descartar nada".

El hermano de Lohammy y tío del menor ha dicho que las dos mujeres ahora detenidas eran dos personas en las que su hermana tenía confianza suficiente para dejarles al cuidado de su hijo durante su ausencia por motivos laborales "a una de ellas la conocía desde los diez años. Hace 14 años que se conocen. Ella confiaba en ella".

"Hay que tener la cara bien dura para ir con mi hermana a pegar carteles y dejar que se aloje en su casa. Es no tener nada de corazón", ha criticado Castro.

La madre del menor ha tenido que ser hoy atendida por los servicios médicos tras sufrir una crisis de ansiedad.