Un vecino de Sant Boi de Llobregat, al que el Cuerpo de Agentes Rurales confiscó ayer en Badalona 546 pájaros que llevaba en una furgoneta, comprados al parecer a furtivos en la Comunitat Valenciana, habría ganado en esta campaña unos 100.000 euros con el tráfico ilegal de 5.000 de aves.

La intervención de estas aves, jilgueros, verderones y pardillos comunes en su mayoría, es fruto de una operación llevada a cabo tras el seguimiento realizado por los agentes rurales, que tenían indicios de que el supuesto traficante de aves realizaba semanalmente un viaje de ida y vuelta para comprar pájaros cantores a cazadores furtivos de la zona.

Las aves eran almacenadas en un domicilio de Sant Adrià del Besòs para ser distribuidas y revendidas durante la semana en diferentes mercados ilegales de pájaros en el área metropolitana de Barcelona.

Se estima que, durante la época de mayor demanda de estas especies de pájaros, habría podido mover hasta 5.000 ejemplares de estas especies que una vez vendidos le habrían generado unas ganancias de 100.000 euros, ya que el precio de venta de estos pájaros oscila entre los 15 y los 30 euros por animal.

En el registro de la furgoneta se han hallado muertos algunos de los ejemplares de aves en las 21 jaulas donde estaban siendo transportados y que no ofrecían condiciones adecuadas.