"Trabajador incansable, serio y a la vez bonachón, para él nada era imposible, uno de los mejores carcaseros, ...", así describen sus amigos y conocidos a Elías León, el pirotécnico valenciano fallecido el jueves en Vélez de Benaudalla (Granada). Su actual pareja -que no esposa- y compañera de profesión también pereció ayer en el hospital debido a las graves quemaduras sufridas tras la explosión ocurrida en la empresa pirotécnica Esteban Martín. "El mundo de la pirotecnia está de luto con la muerte de Elías y Pilar", aseguraron ayer desde la Asociación Cultural Amigos de la Pólvora.

Familiares y amigos de Elías le rindieron un último homenaje ayer en su funeral, celebrado en la Iglesia de Vinalesa, donde había vivido gran parte de su vida. "Él me enseñó todo lo que sé", asegura Víctor, compañero de Elías durante ocho años y quien ya vivió de cerca otra desgracia similar con la muerte de otros dos pirotécnicos en la explosión ocurrida en 2007 en Tous. "Es un trabajo muy bonito, pero está lleno de riesgos y el peligro que corremos es muy alto", añadió.

Elías ha estado ligado durante toda su vida al mundo de los fuegos artificiales. Se formó en la pirotecnia de Antonio Caballer de Moncada y en los últimos años ha estado trabajando y compartiendo sus vastos conocimientos del oficio en la fábrica de Vicente Caballer, en la de Carlos Caballer y en la de Estaban Martin de Granada, donde encontró la muerte en un fatal accidente cuando manipulaba carcasas en una caseta.

Entre sus últimos trabajos se encuentran la Nit del Foc de las pasadas Fallas, la cremà de la Falla del Ayuntamiento o la realización de "sus preciosos pavos reales", que serán disparados el próximo fin de semana en l'Olla de Altea, como destacó Juan García, otro de sus compañeros.

Elías también será recordado por realizar en 2005 una carcasa gigante de 92 kilos y 60 centímetros de diámetro, que finalmente no pudo ser disparada en la playa de las Arenas porque Delegación del Gobierno no lo autorizó. "Como su trabajo silencioso y callado, Elías ha dejado de estar entre los mortales para estar con los más grandes. Nos deja un ejemplo de tesón y compañerismo. Jamás de olvidaremos", afirma Juan.