Las discusiones entre madre e hija eran frecuentes, por cualquier motivo y casi a diario, según relatan los vecinos y conocidos de Milagros Silvestre Esteve, de 79 años. El martes por la noche en una de estas disputas y sin un motivo aparente, su hija, Milagro V. S., de 43 años, cogió un palo y le golpeó en la cabeza hasta la muerte. La presunta parricida, que podría padecer algún tipo de enfermedad mental, ni siquiera recuerda haberla matado e incluso cree que todavía está viva. "Decirle a mi madre que no me denuncie", manifestó a los agentes cuando intentaban interrogarla. El titular del juzgado de Instrucción número 1 de Alzira ha acordado este jueves prisión comunicada y sin fianza, con internamiento en una unidad psiquiátrica del establecimiento penitenciario.

El crimen se produjo sobre las 21.45 horas del martes en una vivienda del primer piso de la calle Hermanos Pellicer de Algemesí. Agentes de la Policía Local y de la Nacional acudieron al lugar tras ser alertados por el 112, ya que varios vecinos habían telefoneado informando de que en el interior del domicilio se escuchaban gritos y golpes. Cuando los agentes llamaron al timbre no obtuvieron respuesta y se vieron obligados a tirar la puerta abajo. En el interior hallaron a Milagros Silvestre sobre un charco de sangre y con la cabeza destrozada. Junto a ella se encontraba su hija, todavía con el arma en la mano.

Isabel Tortosa, una de las mejores amigas de Milagros, explicó a Levante-EMV que vio el cadáver de su vecina cuando llegó la policía. "Estaba ensangrentada y la hija tenía un martillo en la mano y escuché que le decía 'mamá, levántate, despierta', pero su madre estaba muerta", recuerda Isabel.

La mujer contó que la policía tuvo que derribar la puerta para acceder al domicilio porque la hija se negaba a abrir. "Tenía un golpe en la cabeza, pero me impresionó tanto que ya no pude ver nada más", dijo. Tortosa explicó que la relación entre madre e hija era muy problemática. "Se peleaban todos los días siempre estaban a gritos y chillidos. Yo le decía que la mandara al médico, pero ella me respondía que su hija no quería ir, que decía que estaba bien". "Milagros tenía problemas en las caderas y dificultad para moverse y la hija se lo echaba en cara", dijo. Otros vecinos aseguran que ya había llegado a insultar y golpear a su madre en anteriores ocasiones.

De hecho, el jueves de la semana pasada la Policía Local de Algemesí ya tuvo que acudir a mediar en otra discusión entre madre e hija por un supuesto cambio de titularidad en el vehículo de la madre que usa habitualmente el otro hijo de la fallecida.

Varios vecinos de la finca de la calle Hermanos Pellicer aseguraron que la hija tenía estudios de Psicología y que en algunas ocasiones había dado clases particulares a niños de la zona, aunque apuntaron que "apenas tenía vida social, no hablaba con nadie". También explicaron que la fallecida tenía otro hijo, de unos 47 años, pero que "no se hablaba con su hermana" y hacía años que se había marchado de Algemesí.