El pequeño Juan Miguel se refrescaba dándose un baño en la piscina portátil que su familia tiene en el patio interior de su vivienda, en la calle San Leandro, del barrio de Los Mateos de Cartagena. El niño, de once años, salió de la piscina y, mojado, se aproximó a un ventilador que había en la casa. Lo tocó y sufrió una fuerte descarga eléctrica que, minutos después, le ocasionó la muerte. Todo ello ocurrió la noche del miércoles.

El pequeño estaba en la casa con su abuelo que, cuando vio lo que acababa de suceder, llamó rápidamente al servicio de emergencias del 112, quienes enviaron una unidad móvil de emergencias hasta Los Mateos, pero cuando llegó el vehículo sanitario, un tío del niño ya lo había llevado en su propio coche a Urgencias del Hospital de Santa Lucía, donde no pudieron hacer nada por salvarle la vida, ya había fallecido.