Un hombre de unos 30 años y origen rumano falleció ayer por la mañana tras sufrir una descarga eléctrica cuando manipulaba un transformador de una nave abandonada de Albal para robar, presuntamente, el cableado de cobre. El fallecido se encontraba acompañado de otro hombre, al parecer un compatriota, según apuntaron los testigos. Éste corrió a pedir ayuda a una empresa próxima e intentó reanimarlo por sus medios. Al ver que su compañero ya estaba muerto huyó del lugar antes de la llegada de la Guardia Civil y de la Policía Local.

El fallecido, identificado como B. P., cayó a un pequeño foso situado bajo el transformador tras recibir una descarga de unos 20.000 voltios. Eran aproximadamente las 12.00 horas de ayer, según apuntaron trabajadores de la empresa de equipos de pintura situada justo enfrente del cuarto de alta tensión donde se produjo el accidente, en el polígono industrial de Albal.

«De repente se ha ido la luz y ha venido enseguida», apuntó un operario de Vadea, quien en ese primer momento pensó que se trataba de un fallo en el suministro. Acto seguido un hombre «vino pidiendo auxilio». «Gritaba socorro y agua, que llamáramos a una ambulancia, ..., todo palabras sueltas», explicó Sergio.

«Nos hemos asomado al cuarto pero ya no contestaba, estaba muerto», aseguró el trabajador. El supuesto cómplice del fallecido intentó reanimarlo pero éste no reaccionaba. «Luego se ha metido dentro de la nave y ya no lo hemos vuelto a ver», aclaró Sergio.

Los bomberos acudieron al lugar de los hechos para sacar al hombre del foso donde había caído tras sufrir la descarga. Asimismo, una ambulancia del SAMU también se trasladó a la zona pero únicamente pudo confirmar el fallecimiento de esta persona.

Previamente, técnicos de Iberdrola tuvieron que cortar el suministro en parte del polígono para que la zona fuera segura y los equipos de rescate pudieran trabajar sin peligro alguno. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación de los hechos.