La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un joven a cumplir 12 años de prisión por violar a su cuñada de 10 años hasta que en una ocasión fue sorprendido por su mujer y denunció los hechos. El procesado negó en el juicio los hechos que se le imputan y mantuvo que no tocó a su cuñada "ni un pelo", mientras que ésta aseguró que consentía las relaciones sexuales durante los dos años que duraron porque estaba "enamorada".

El tribunal estima probados los hechos --le condena por un delito continuado de abuso sexual-- y respalda esta conclusión fundamentalmente en el testimonio de la menor, quien declaró en la instrucción y ratificó "de manera rotunda" en el plenario que su cuñado, desde hacía tiempo y con una frecuencia semanal, la conducía a su dormitorio y mantenían relaciones.

La Audiencia considera que el testimonio de la niña "no puede obedecer a motivaciones espurias", y resalta el hecho de que la denuncia de los abusos sexuales no partió de la menor, si no de la esposa del procesado y hermano de la víctima.

En esta línea, concluye que no aprecia en el relato de la niña incoherencias en su relato ni frases o expresiones aprehendidas. Tampoco afirmaciones que pudieran resultar fantasiosas o producto de la imaginación.

Lo que al tribunal le parece "increíble" es la declaración de la hermana y la madre. La primera, tras denunciar, presentó un escrito en el juzgado en el que se desdecía de la denuncia, algo que mantuvo en la vista: manifestó "de manera paladina" que aunque en aquel momento tenía una buena relación con su hermana, se inventó todo, que se quería quitar de en medio a todos para vivir como una joven de 20 años. También dijo que su hermana ya había mantenido relaciones "con un noviete".

Los hechos se remontan a 2009, año en que el procesado, que en la actualidad tiene 28 años y es natural de Perú, empezó a mantener relaciones sexuales completas, una vez a la semana, con su cuñada menor de edad, desde que ésta tenía 10 años hasta los 12.

Las relaciones tenían lugar en el domicilio en el que vivían tanto el procesado como su cuñada, y en el que también estaban la mujer del primero y la madre de las dos chicas. Para ganarse a la menor, el procesado le decía que le quería y que cuando creciera, dejaría a su esposa y se iría con ella.

Hasta que el día 19 de agosto de 2011, la mujer del acusado les sorprendió cuando ambos mantenían relaciones sexuales en su habitación. En ese momento, la mujer pidió a su pareja que recogiera las cosas y que se fuera de casa. Tras ello, presentó una denuncia en la Comisaría de Policía de Paterna.

El joven, quien aseguró durante el juicio que todavía tiene una "buena" relación con su mujer y su suegra, narró que se casó cuando su pareja todavía era menor de edad. Dijo que ella fue a EEUU a conocerle después de que se conocieran por un chat. Después, él vino a España y se casaron.