La madre de una de las niñas del crimen de Alcàsser, Rosa Folch, solicitó ayer que el criminólogo Juan Ignacio Blanco sea condenado a cuatro años de cárcel por difundir en internet las imágenes de la autopsia de su hija Desirée. La fiscal del caso pidió al comenzar el juicio que Blanco cumpla dos años de prisión, aunque al finalizar la vista introdujo la alternativa de que sea condenado a un año. En el caso también está acusado un amigo de Blanco, Diego P., que se enfrenta a una petición de condena de dos años.

Rosa Folch, que declaró como testigo, lamentó el impacto que le causó comprobar que las imágenes de la autopsia de su hija estaban circulando por internet. "Lo de mi hija era penoso y escabroso. Yo no quería que se viera. Mi hija era mi bien más preciado. Ver circular esas imágenes tan escabrosas me ha hecho mucho daño". La madre de Desirée explicó a la juez de que se sintió presionada en Alcàsser porque a diferencias de otros padres guardó silencio. "Yo no conocía la web donde estaban las imágenes, pero mi yerno lo vio en la prensa y me lo dijo. Yo pedí a los medios de comunicación que no se utilizara el nombre de mi hija", advirtió Folch.

Los hechos presuntamente ocurrieron durante los años 2005 y 2007. El criminólogo Juan Ignacio Blanco y el otro acusado tenía acceso al sumario del triple crimen por su relación con el padre de una de las niñas. Los imputados supuestamente publicaron en internet las imágenes de las autopsias, del levantamiento de los cadáveres y otras que pertenecían a los menores.

Correos electrónicos

Los archivos, según las acusaciones, fueron subidos desde diversos correos electrónicos desde una conexión a nombre de Diego P. y desde otra asignada al despacho profesional de una abogada de Valencia. La letrada, que no está acusada, tenía como clientes a Blanco y Diego P., e incluso compartió despacho con el criminólogo.

La abogada, que compareció como testigo, indicó que en el despacho que compartió con Blanco permitía el acceso de cuatro líneas de ADSL. La letrada añadió que Blanco le presentó a Diego P. y que frecuentaba el despacho.

Uno de los agentes de la Guardia Civil que investigó el caso señaló por videoconferencia a la magistrada que las imágenes de la autopsia difundidas en internet "procedían del sumario" del caso Alcàsser.

"Yo nunca he facilitado las imágenes del caso"

El criminólogo Juan Ignacio Blanco aseguró ayer a la juez del caso que él no facilitó las fotos. Blanco admitió que tuvo acceso a todo el sumario y a las fotografías de la causa abierta contra Miguel Ricart porque trabajó para Fernando García, padre de una de las niñas asesinadas. "Montó un equipo de investigación porque no estaba de acuerdo con las pesquisas policiales. Estuvimos cuatro personas trabajando desde el principio hasta el final. Mi misión, como periodista, era coordinar la relación con los medios y acompañar a las familias de Míriam y Toñi. Los abogados me dieron fotocopias del sumario, pero yo nunca he facilitado fotos del caso Alcàsser", declaró. El otro acusado también negó haber difundido las fotografías. r. f. valencia