La Policía Nacional, en colaboración con la Agencia Tributaria, intervino 277 kilos de cocaína oculta entre pieles de bovino en un contenedor que fue interceptado en Barcelona. Los agentes tuvieron conocimiento de la llegada de una partida de droga gracias a las informaciones por parte de ciudadanos sobre venta en la calle que, de forma confidencial y anónima, se recibieron en la cuenta de correo electrónico de la policía.

Tras meses de investigación al respecto de la venta de droga, los agentes supieron de la llegada de un contenedor y permitieron que llegase a su destino final, sin la droga, para poder detener a los traficantes. Los agentes realizaron un servicio de vigilancias y lograron detener a dos de ellos en la nave industrial donde debía llegar y a otros tres en el interior de sus vehículos. Tras una persecución fueron detenidos otras tres personas y posteriormente el testaferro.