La Guardia Civil está barajando la posibilidad de que el cadáver encontrado por un grupo de espeleólogos en una sima de Dos Aguas, tal como adelantó ayer en exclusiva Levante-EMV, fuera descuartizado, dado que se da por hecho que se trata de un homicidio y el esqueleto está incompleto. No obstante, el lugar volverá a ser inspeccionado en busca de más huesos humanos y de posibles vestigios relacionados con el cadáver, tanto en el interior como en el exterior de la cueva.

Según ha detallado a este diario uno de los deportistas que participó en la exploración de la sima el pasado sábado, "el cráneo, el fémur y el peroné estaban visibles, porque estaban en la superficie, pero debajo de ellos había tierra y piedras, arrastradas por la lluvia y que han ido formando un cono de deyecciones en el fondo del pozo, y entrevimos más huesos que no tocamos".

El espeleólogo, Pedro, explica que "estuvimos a punto de no verlos, porque ya nos estábamos yendo. Aunque estaban en la primera sala, justo debajo de la boca de la sima, nosotros seguimos avanzando porque se trataba de explorar la cueva desde el punto de vista espeleológico y descubrir las salas. En el último momento, cuando preparábamos la salida, un compañero exclamó: "¿Este hueso de qué será?" Vimos que era un fémur humano y que cerca había un peroné y un fragmento de otro, y a medio metro, más o menos, estaba el cráneo. A partir de ahí lo que hicimos fue salir, explorar los alrededores en busca de posibles oquedades y descender hasta los coches. Después fuimos a dar parte a la Guardia Civil, como hacemos siempre que sucede algo similar".

Pedro mantiene que "desde hace dos o tres años, se producen menos hallazgos de este tipo porque está todo muy explorado, pero en este caso, la oquedad no había sido vista hasta ahora porque la abundante vegetación cubría la entrada, pero el incendio del pasado verano la ha dejado al descubierto y gracias a eso la descubrimos".

Extracción de ADN

La existencia del fémur es una de las mejores noticias para los investigadores del grupo de Homicidios de la Guardia Civil, dado que, al tratarse de un hueso con suficiente grosor, será más fácil que los forenses puedan obtener ADN, lo que facilitaría extraordinariamente la identificación del cadáver, sobre todo si su desaparición fue denunciada y hay muestras biológicas de familiares ya almacenadas en la base de datos de perfiles genéticos.

De momento, los investigadores tendrán que esperar a la inspección ocular en profundidad y a los datos que puedan obtener los forenses de la exploración completa de los restos, tanto de los ya existentes como de los que puedan aparecer.