Un feto de entre tres y cuatro meses de gestación fue hallado ayer tarde hundido en el río Serpis a su paso por Pont Vell, en pleno centro de Gandia. El cadáver estaba atrapado por la placenta y el cordón umbilical en las piedras del fondo del cauce y todo apunta a que fue arrojado desde el puente, aunque no se ha descartado por completo la posibilidad de que hubiera sido tirado en otro punto y la corriente lo hubiese arrastrado.

El forense que acudió junto con la comisión judicial determinó que se trata de un aborto -la formación del feto era insuficiente como para que hubiese sobrevivido a un parto-, aunque será la autopsia que se practicará hoy en el Instituto de Medicina Legal de Valencia la que determine si la interrupción del embarazo fue espontánea o provocada. La escasa formación del cuerpo ni siquiera ha permitido conocer su sexo.

El macabro hallazgo del cadáver tuvo lugar alrededor de las 19.40 horas. Fátima Amyna, que acababa de salir de trabajar de un bar, se apoyó en la barandilla del Pont Vell para contemplar los peces. La mujer creyó en un principio que "era un monito, un animal o algo así". Como no lo tenía claro, volvió a buscar al propietario del bar, Germán Maldonado, quien le señaló que se trataba de un feto humano, por lo que rápidamente llamó él mismo a la Policía Local. "Yo lo vi claro, estaba ahí enganchado en las piedras. Me gustaría que no fuera pero creo que sí que es", declaró a Levante-EMV.

Cuando los agentes llegaron al lugar decenas de curiosos se agolpaban en una de las barandillas del puente. Señalaban el lugar y la mayoría de ellos se mostraba convencido de la naturaleza del hallazgo y mostraban su repulsa.

La Policía Local, al comprobar que efectivamente había algo en el fondo del río que parecía ser un feto dio aviso a los bomberos y a la Policía Nacional, cuyo grupo de Homicidios se ha hecho ya cargo del asunto.

Uno de los bomberos se introdujo, atado con una cuerda, en el río y guiado por los mismos vecinos que observaban la escena desde el puente consiguió llegar hasta el lugar en el que se encontraba el cadáver.

Tras sacar del agua el cuerpo sin vida del nonato, los agentes lo custodiaron hasta que llegaron los agentes de Homicidios de Valencia, que se unieron a los de Policía Judicial de Gandia y a los de policía científica.

Anoche aún no había trascendido si el nonato tenía rasgos distintivos de algún continente, ni cuánto tiempo podía llevar sumergido en el Serpis.

Los investigadores ya se pusieron ayer en contacto con el Hospital Francesc de Borja, así como con otros centros hospitalarios y clínicas para conocer si habían atendido en las últimas semanas a alguna mujer con síntomas de haber abortado o pasado por un parto. Mañana se alertará a todos los centros de salud, consultas de ginecología y al resto de hospitales de Valencia para intentar rastrear a la madre.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Reig, se personó en el lugar para interesarse por lo sucedido y explicó que, "es difícil dilucidar incluso si podría tratarse de un niño de color porque podría llevar bastante tiempo en el agua del río", aseguró.