La acción heroica de un agente del Cuerpo Nacional de Policía evitó el miércoles in extremis que una mujer de 60 años acabase con su vida saltando desde el balcón de su casa poco antes de que llegase la comisión judicial para desahuciarla por impago del alquiler. Los hechos sucedieron el miércoles sobre las diez de la mañana en el barrio de Campanar. El marido tomaba algo en un bar frente a su casa cuando vio a su mujer que se encaramaba a la barandilla del balcón para saltar.

Los dos hombres acudieron corriendo y llegaron a tiempo de sujetarla cada uno por un brazo, pero la mujer ya tenía las piernas por la parte exterior y forcejeaba para saltar. Mientras, la sala del 091 se inundó de llamadas de vecinos pidiendo auxilio.

La comisaría de Trànsits envió tres coches patrulla al lugar. Uno de los agentes de la primera dotación policial que arribó a la finca no lo dudó un instante: subió al piso, salió al balcón y, sin pensárselo dos veces, entrelazó una pierna en la barandilla y se dejó caer boca abajo para ponerse a la altura del cuerpo de la mujer, completamente suspendido en el aire y a punto de caer al vacío, por el agotamiento del marido y el vecino.

El policía la rodeó con los brazos y la mantuvo sujeta hasta que el resto pudo izarla y ponerla a salvo. La mujer no había dejado ni un segundo de forcejear para liberarse y soltar, mientras gritaba que la dejasen tirarse. La situación generó momentos de gran tensión y angustia entre los numerosos vecinos congregados a pie de calle.

Justo en el momento en que lograron poner a la suicida a salvo, llegó la comisión judicial. Sus integrantes, a la vista de lo sucedido, optaron por aplazar el lanzamiento para dentro de unas semanas. Al parecer, el dueño del inmueble explicó a la policía que la familia llevaba tiempo sin pagar el alquiler y que todos sus intentos por alcanzar un acuerdo con ellos habían fracasado.