Un sargento de la Guardia Civil de Tráfico acusado de tráfico de drogas tras ser sorprendido en un peaje con cerca de medio kilo de cocaína declaró ayer ante el tribunal que lo juzga en la Audiencia de Castelló que su intención era "ganarse la confianza del cabecilla" de una banda de narcotráfico e infiltrarse para realizar "un servicio".

Así lo declaró ayer O. C. C. en el juicio que se celebró en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castelló, en el que también han comparecido como imputados J. C. P. S. y E. S. S. Según la acusación del fiscal, estos dos últimos participaron, junto al guardia civil, en el transporte de la droga desde Castelló a Peñíscola, el 15 de junio de 2012.

El ministerio fiscal ha pedido para el sargento una pena de cinco años de prisión y para los otros dos acusados una pena de 4 años y para los tres, una multa de 65.000 euros para cada uno.

En el escrito de acusación se relata cómo los tres acusados circulaban por la autopista AP-7 en dirección Barcelona, mientras estaban siendo vigilados por la Guardia Civil por sospechar que estaban participando de un delito de tráfico de drogas.

En el peaje de Benicarló, los agentes interceptaron el vehículo, momento en el que el agente les dijo a sus compañeros: "¿No me conocéis?". En el registro encontraron el arma reglamentaria cargada del procesado, 493,96 gramos de cocaína, 138,59 de fenacetina y 27,41 gramos de cafeína, sustancias estas últimas utilizadas para adulterar la primera.

También se encontraron en el coche dos transmisores de la Guardia Civil de Tráfico y una nota manuscrita con "abundante" información sobre agentes antidroga y sus vehículos.

En su declaración el guardia civil reconoció que sabía que transportaba estas sustancias, así como su arma reglamentaria y los transmisores, pero dijo que lo hacía para "ganarme la confianza del cabecilla" de una banda de narcotraficantes.

El sargento ha explicado que era consumidor de cocaína, y se encontraba "aislado" en el trabajo por problemas con su nuevo jefe, y por ello quería "incorporarme a una organización para después hacer un servicio para la Guardia Civil". El procesado también se alegó que estaba en "tratamiento psiquiátrico" por problemas derivados de su adicción.