Los cadáveres de seis personas tres de ellas, adolescentes han permanecido hundidos durante 40 años dentro de dos coches en el fondo del lago Foss, en Oklahoma (EE UU), un remoto y despoblado paraje en la reserva del mismo nombre. La policía trata ahora de resolver el misterio de los seis esqueletos, para lo cual deberán identificarlos y aclarar cómo murieron y de qué modo llegaron los dos vehículos al fondo del fondo.

El hallazgo de los dos coches, un Chevrolet Camaro azul del 69 y un segundo Chevrolet de los 50, se produjo el día 12 de manera casual, cuando agentes de la Patrulla de Carreteras de Oklahoma realizaban un ejercicio de entrenamiento que consistía en un probar un nuevo sónar desde una embarcación. Al constatar que se trataba de dos vehículos, se programó para ayer la operación de rescate. Al izar los coches, completamente cubiertos de barro, se percataron de que dentro había restos de seis personas.

Tres de ellos son, según ha confirmado la policía, tres chicos de 16 y 18 años, de Sayre, a 60 kilómetros del lago, desaparecidos el 20 de noviembre de 1970 en el Camaro azul comprado seis días antes por uno de ellos. Los jóvenes dijeron que iban a un partido de fútbol, aunque en realidad se iban de caza. Jamás se supo más de ellos.

En cuanto al otro coche, la policía maneja dos teorías: o bien se trata de una pareja de Canute (10 kilómetros al sur del lago) desaparecida a principios de los años 60 y que fue vista por última vez en el camino hacia el Parque Estatal Foss, o bien de un grupo de tres personas desaparecidas también en 1969. En ambos casos, ocupaban un Chevrolet del mismo modelo que el encontrado en el lago Foss.