Un hombre de 53 años ha matado a su mujer, de 50, y su hijo, de 10 años, y posteriormente se ha quitado la vida lanzándose al vacío en Vila-real, según han informado a EFE fuentes del Cuerpo Nacional de Policía.

Los hechos se han producido sobre las 9 horas por causas aún desconocidas en un domicilio situado en el número 69 de la calle Rosalía de Castro de la localidad castellonense.

Según las fuentes policiales, no había denuncia previa ni orden de alejamiento contra el presunto autor de las dos muertes, que tenía una hija de un matrimonio anterior que no vivía con ellos.

El alcalde de Vila-real, Juan José Benlloch, que se ha acercado al lugar tras el suceso, ha señalado que el matrimonio tenía una empresa de compra-venta de azulejos.

Al no llegar el matrimonio a trabajar sobre las nueve de la mañana, el hermano del presunto agresor les ha llamado al móvil y, como no contestaban, ha decidido acercarse a su casa donde, tras llamar al timbre durante unos 20 minutos, ha visto cómo su hermano saltaba al vacío desde la buhardilla, y ha avisado a la Policía.

Según ha explicado el alcalde de Vila-real, cuando la Policía Nacional ha entrado en la vivienda ha visto "los cadáveres y armas blancas".

Algunos vecinos han asegurado que la familia fue este mismo domingo a El Madrigal, donde el Villarreal --en uno de cuyos equipos alevines se entrenaba el menor-- se enfrentó al Valencia, y que se les había visto paseando por el camino de la Ermita. Asimismo, tenían prevista una comida para este mismo viernes. Una vecina de una vivienda de enfrente, que es además familiar, ha atribuido lo sucedido a la "crisis" ya que ha afirmado que estaban "muy enamorados".

El presunto autor de los hechos fue jefe de exportación de una empresa azulejera de la localidad, ya desaparecida, y actualmente tenía una mercantil del mismo sector junto con sus hermanos. De hecho, ha sido su hermano mayor quien ha alertado del suceso tras desplazarse hasta el domicilio al ser informado de que no había ido a trabajar y no contestaba al teléfono.

En el momento en que el familiar llamaba al timbre del portal de la vivienda, el hermano se ha lanzado desde el azotea del edificio, según la Policía. Algunos testigos han asegurado haber tenido conocimiento de que el hermano había estado llamando a la puerta y por teléfono durante veinte minutos antes de que el presunto autor de los hechos se haya lanzado al vacío. Según fuentes vecinales, el hombre ha gritado: "¡apartaos de ahí!", antes de saltar. Otro vecino ha relatado que oyó un fuerte golpe y pensó inicialmente que se trataba de un accidente.

El alcalde ha manifestado que era una familia "muy conocida" y uno de los concejales del Ayuntamiento de Vila-real es el padrino del niño de 10 años fallecido, que acudía el colegio Pío XII, situado junto a la vivienda.

El alcalde, que ha confirmado que el presunto autor de las muertes tenía "cortes en las muñecas", ha explicado que ha hablado con los familiares y estos le han asegurado que estaban "muy bien" y "no tenía ningún problema" e incluso para el próximo 1 de noviembre habían organizado una comida familiar.

A las doce del mediodía un furgón se ha llevado los tres cadáveres y trabajadores municipales han iniciado la limpieza de la calle peatonal, situada entre dos bloques de adosados, donde ha caído el agresor tras presuntamente matar a su mujer e hijo.

Los familiares de las víctimas están recibiendo ayuda psicológica tras el suceso.

De confirmarse que éste es un caso de violencia machista, con la mujer asesinada hoy son 41 las muertas a manos de sus parejas o ex parejas en lo que llevamos de año, siete en la C. Valenciana. El caso de Castelló además no sería el único en el que habría sido asesinado un menor, hijo de la víctima.

El pasado 23 de septiembre, una mujer de 26 años murió apuñalada en su domicilio de Málaga, presuntamente por su ex pareja, un hombre separado de ella desde hacía meses y que acto seguido acabó igualmente con la vida del hijo de la víctima, menor de edad.

La última víctima de violencia machista contabilizada oficialmente habría tenido lugar el pasado 23 de octubre, en Torremenzanas donde una joven rumana de 26 años fue asesinada y posteriormente descuartizada, supuestamente por su pareja, un hombre de 37 años y nacionalidad española.

No se ha incluido todavía en la estadística de la Secretaría de Igualdad el caso ocurrido en Cifuentes (Guadalajara), donde la semana pasada fue detenido un hombre que confesó a los agentes haber matado hacía casi un mes a su pareja, de nacionalidad peruana y embarazada de siete meses. Parte de sus restos fueron hallados el viernes en una nave propiedad del asesino, ya en prisión.