El frutero de Picassent que fue condenado recientemente a siete años y medio de prisión por secuestrar y torturar a un empleado que le había denunciado ante el Ministerio de Trabajo se encuentra en libertad provisional después de pagar una fianza de 3.000 euros, según ha podido saber este periódico. Pese a la gravedad de los cargos por los que ha sido condenado, el juez ha decidido aceptar la petición de la defensa y concederle la libertad bajo fianza hasta que se resuelva el recurso de casación presentado contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia.

Además del pago de 3.000 euros como fianza, el condenado deberá personarse en el juzgado todos los lunes y viernes para firmar y se le ha prohibido salir del territorio nacional. La defensa sigue sosteniendo que la víctima miente y que no se han practicado todas las pruebas pertinentes.

Los hechos se remontan al 14 de abril de 2012 cuando el frutero, de origen pakistaní, invitó a su exempleado a subir a su vehículo para hablar sobre la denuncia que había presentado. Junto a otro hombre, que no ha sido identificado, le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza y lo llevaron a un campo de naranjos de Picassent. Allí golpearon a la víctima con un palo en la espalda, le hicieron cortes con un cuchillo, y lo dejaron atado de pies y manos a un árbol.