Unos desconocidos tirotearon el lunes por la tarde en Náquera el chalé de un presunto traficante, Vicente V.C., que lleva desaparecido desde el pasado mes de junio y cuya familia ya no ocupa la vivienda desde hace meses. Los autores de los disparos sólo causaron daños materiales, ya que se limitaron a disparar desde el exterior y a irse. La Guardia Civil de Llíria ha abierto una investigación para esclarecer el tiroteo, del que aún no está claro si guarda o no relación con el tráfico de drogas.

Los desconocidos atacaron el chalé disparando varias veces contra la fachada -es una vivienda unifamiliar de madera- cuando en el interior se encontraba el actual inquilino, que reside en la casa desde este verano. Al parecer, la familia del desaparecido decidió alquilar la vivienda tras irse a vivir a otro lugar, ante el temor de que alguien pudiera hacerles algo.

Vicente V.C. está considerado como uno de los hombres de confianza del presunto narcotraficante saguntino Rubén Rafael N.C., el empresario detenido en 2009 junto con el resto de su supuesta organización tras haber importado más de 800 kilos de cocaína en dos contenedores que entraron por los puertos de Valencia y Vigo ese año.

De hecho, la Fiscalía pide para Vicente V.C. 12 años de cárcel por su presunta vinculación con la red del saguntino, según el escrito provisional de la acusación pública, que este diario publicó en exclusiva a mediados del pasado mes de septiembre. El juicio contra los 49 implicados en esta causa debería celebrarse a finales de este año o a primeros de 2014.

Desaparición extraña

Las fuentes consultadas han desvinculado la inminencia del juicio por narcotráfico de la desaparición de Vicente, uno de los que menos condena afronta en ese proceso.

El presunto traficante despareció en extrañas circunstancias el pasado mes de junio. Fue su mujer quien presentó la denuncia, lo que generó la apertura de una investigación por parte del grupo de Homicidios de la Guardia Civil, ante la posibilidad de que alguien le hubiese dado muerte. Sin embargo, no se descarta que la ausencia del presunto traficante obedezca a una fuga voluntaria.