Un hombre mató ayer a su hija de tres años y se quitó la vida tras permanecer varias horas atrincherado junto a ella en una vivienda de la localidad holandesa de Reuver, donde antes había herido de bala a su excompañera sentimental y madre de la menor. El asesino, de 44 años, abordó a su exnovia y le disparó en una pierna y después se encerró con la niña. «No volverás a verla», le gritó antes de matarla. efe bruselas