El único imputado por el momento por la colocación de este sistema de grabación de audio, ingeniero técnico y hombre de confianza del gerente, ha reconocido haber colocado el micro pero alega cuestiones personales para hacerlo. Según declaró ante la Benemérita, colocó el dispositivo para grabar las conversaciones, no para escucharlas, porque sentía miedo por su hijo, también trabajador de la empresa, y quería tener una prueba por si le ocurría algo.

Dentro de esta misma argumentación sostiene que interpretó una serie de comentarios por parte de los jefes directos de su hijo como amenazas hacia éste. Posteriormente su hijo le comentó que estaba sufriendo "mobbing" y se sentía desplazado por sus compañeros. De esta forma, y por iniciativa propia, según alega, decidió colocar el micrófono oculto conectado a un ordenador para que en caso de que a su hijo le ocurriera algo poder demostrar quien estaba detrás. De hecho, incluso asegura que no ha llegado a escuchar ninguna de las grabaciones y que las borraba después de comprobar que su hijo estaba bien.

No obstante, reconoce que las grabaciones comenzaron en julio de este año, precisamente cuando se constituyó la mesa de reunión de los delegados sindicales. Esta empresa presta el servicio de mantenimiento de maquinaria en la terminal de contenedores del Puerto de Valencia. Actualmente los trabajadores se encuentran de negociaciones con la patronal debido a la bajada de las nóminas. i. c.valencia