Catorce años de prisión es la condena que la sección cuarta de la Audiencia de Valencia ha impuesto al supuesto cabecilla de una red internacional de traficantes de droga a quien le fue intervenido un arsenal de armas en la vivienda que tenía alquilada en El Puig y que supuestamente utilizaba como laboratorio de transformación de cocaína.

El condenado, el polaco Grzegorz C. -que utilizaba al menos otras dos identidades falsas-, fue detenido el 31 de diciembre de 2011, después de que lo denunciara el marido de otra de las acusadas, Irina E., de nacionalidad rusa y con la que el principal imputado tenía una "relación sentimental", según la sentencia.

La detención se produjo a las 21.10 horas en uno de los domicilios que Grzegorz tenía en el El Puig por un posible delito de amenazas con un arma de fuego, según explicó la Guardia Civil al juez. Ante la posibilidad de que guardara la pistola en el otro domicilio, una vivienda unifamiliar, los agentes la precintaron a la espera de la orden judicial y la pusieron bajo vigilancia.

Poco después de las campanadas que dieron paso al año 2012, acudieron Irina y dos amigos suyos -la también rusa Tatyana K. y el español Samuel F.P.-, que fueron arrestados en el momento en que se deshacían de un "reguero" de bolsas que resultaron contener la droga y todas las sustancias químicas empleadas para adulterarla.

A pesar de ello, y al entender que desconocían su contenido, el tribunal ha impuesto sólo un año de prisión a estos tres acusados, al establecer que cometieron un delito de tráfico de drogas, pero en grado de encubrimiento. El quinto condenado -a tres años de cárcel- es un español, José S.R., quien supuestamente compró los precursores para el laboratorio.

A Grzegorz el tribunal le impone 9 años por el tráfico de drogas y 5 por el depósito de armas de guerra -tenía en casa un subfusil Scorpion VZ61 del 7,65 con silenciador, una pistola FEG del 9 corto también con silenciador y cuatro granadas de mano- y seis meses más, por falsedad documental.