Cuatro encapuchados asaltaron a las nueve de la mañana de ayer en su edificio a un conocido empresario ilicitano de 72 años, Diego Ferrández, aparentemente con la intención de robarle obras de arte, de las que es un importante coleccionista, según las fuentes consultadas por este diario. Los hechos tuvieron lugar en la zona del Centro de Congresos, a una hora en la que se registra mucho trasiego de tráfico y peatones. Personal sanitario le atendió de urgencia en el lugar y una ambulancia del SAMU lo trasladó en estado grave al Hospital General de Elx, donde anoche estaba estable dentro de la gravedad.

Los asaltantes le causaron un traumatismo craneoencefálico por un golpe en la cabeza y un estrangulamiento carotídeo (le presionaron la arteria carótida con la intención no de asfixiarle, sino de impedir la llegada de riego sanguíneo al cerebro), además de múltiples lesiones producto de los numerosos golpes que le propinaron hasta que quedó inconsciente. Anoche permanecía en la UCI, a la espera de que los médicos pudieran observar su evolución. La declaración del agredido será fundamental en el esclarecimiento de los hechos.

La Policía Nacional está investigando las circunstancias en las que se produjo la agresión, que al parecer, podría estar relacionada con el intento de robo, aunque no ha trascendido si los asaltantes se llevaron consigo algún objeto de valor, dinero o piezas artísticas. En cualquier caso, se produjo en el interior del edificio en el que reside el empresario con su esposa, en el número 1 de la calle Porta de la Morera, justo cuando su mujer no se encontraba en casa, al parecer porque los agresores esperaron a que se marchara.

El hombre, relacionado con la fabricación de maquinaria para calzado aunque ya estaba jubilado, llevaba tiempo siendo vigilado por el grupo de delincuentes. Según los primeros indicios, ayer por la mañana dos de los asaltantes le habrían seguido desde primera hora por la calle, esperando a que regresara a su casa. En ese instante cuatro personas encapuchadas se colaron en el edificio y comenzaron a agredirle. En algún momento llegaron a bajar con él al sótano para intentar acceder a un trastero de su propiedad, con la intención presuntamente de apoderarse de lo que hubiera en su interior. De hecho, allí se encontraron objetos personales de la víctima.

Un vecino del mismo edificio se encontró de golpe en la escalera con los atracadores e intentaron agredirle y estrangularle también a él, aunque consiguió zafarse de ellos y dar la voz de alarma. Los encapuchados acabaron huyendo tras ser vistos por otro vecino un chico que iba al instituto y la limpiadora de la finca.