La fiscal rebajó ayer de siete años y medio a veinte meses su petición de pena para la pianista de Puigcerdà (Girona) denunciada por su vecina al considerar que todo el mundo tiene derecho «a ser dejado en paz». La fiscal argumenta su rebaja con el hecho de que no hubo una conducta obstruccionista por parte de la acusada y de sus padres también acusados y con la misma pena, ya que intentaron adoptar medidas para paliar las molestias, y porque hubo una paralización de la causa judicial. Además, ha minimizado la indemnización y la inhabiliación profesional.