­Pascual, el hombre que con su determinación evitó que el asesino de Empar escapara, confiesa que de no haber sido por la policía, hubiera hecho «justicia» y «lo habría matado allí mismo». «La suerte que tiene es que ha venido la Policía enseguida que si me lo dejan más rato lo mato», reconoce este héroe, que lo único que lamenta es no haber podido salvar la vida de la joven.

«Hemos bajado al escuchar los gritos y hemos salido tras él pero corría mucho. Entonces mi padre le ha quitado la bicicleta a un chaval y así lo ha podido seguir hasta atraparlo a la altura de un parque», relata Iván, que también acudió en auxilio de la víctima.

Al parecer, el presunto asesino trataba de refugiarse en su domicilio, en un bloque de viviendas conocido como la Isla Perdida. La rápida actuación de este vecino evitó que se ocultara tras el crimen. Aunque en un primer momento ofreció resistencia después se mostró cooperador y les dijo donde había tirado el cuchillo.