La construcción de la primera tienda valenciana del gigante sueco del mueble y la decoración, cuya apertura está prevista para el próximo verano de 2014 en Alfafar, ha tenido un contratiempo de última hora. Las bobinas de cobre que estaban preparadas para comenzar la instalación eléctrica de buena parte de la nave principal del nuevo Ikea fueron robadas la noche del domingo al lunes sin que nadie se percatara de ello hasta la mañana siguiente. Por el momento se desconoce la autoría del robo y no se han producido detenciones al respecto, aunque todo apunta a una posible banda organizada dedicada a este tipo de robos de cableado, que posteriormente queman para vender el cobre en alguna chatarrería.

Los ladrones se llevaron cerca de veinte toneladas de cobre distribuido en varias bobinas de cable. Así, se sospecha que debieron de utilizar un camión u otro vehículo de gran tamaño para cargar tan pesado botín. Se calcula que el material sustraído tiene un valor aproximado de unos 100.000 euros, aunque los delincuentes sacarían por su venta poco más de la mitad, según las fuentes consultadas por este periódico.

El citado robo se produjo la noche del pasado domingo pocos días después de que llegaran las bobinas con el cableado y justo antes de que los operarios comenzaran la instalación eléctrica, según apuntaron fuentes próximas a la empresa. El cable , distribuido en una decena de bobinas de gran tamaño, iba a ser utilizado en las acometidas principales para el alumbrado de la nave.

El material estaba en el interior del recinto vallado en un lugar no visible desde el exterior de las obras, según aclararon fuentes del entorno de la obra, quienes todavía no se explican cómo sabían los ladrones que el cable ya había llegado. De hecho, los ladrones únicamente se llevaron dichas bobinas de cobre, pese a que había otras piezas metálicas y herramientas. "Sabían a por lo que iban, no querían perder el tiempo en tonterías", apuntaron estas mismas fuentes.

En este tipo de robos el tiempo corre en contra de los investigadores, ya que los ladrones suelen pelar el cable y una vez quemado lo venden en alguna chatarrería, donde posteriormente es muy complicado diferenciar unos de otros y saber la procedencia ilegal o no del cobre.

Cuando todavía no había transcurrido ni una semana desde que comenzaron las obras de urbanización en la zona de Alfafar donde iba a edificarse la nueva tienda de Ikea, la Policía Local de Alfafar tuvo que reforzar la vigilancia ante la oleada de pequeños robos con fuerza y hurtos en las citadas obras, como informó en su momento Levante-EMV. Así, a principios de enero se detectaron "merodeadores" que frecuentaban los alrededores y la sustracción de herramientas y otros útiles de la construcción desde un alargador a una carretilla metálica.

Además, un joven fue pidiendo trabajo como vigilante y cuando fue rechazado "recomendó que le contrataran", ya que "podían empezar a desaparecer muchas cosas de la obra". Estas supuestas amenazas fueron investigadas en su momento a aunque no se llegó a identificar al sospechoso.

Durante unos meses se han podido controlar los robos gracias a la labor preventiva de la Policía Local de Alfafar y de la Guardia Civil, pero cuando todo parecía estar tranquilo, los ladrones, en esta ocasión se sospecha que no son meros rateros, averiguaron que el cableado eléctrica estaba ya en las instalaciones y de forma rápida se llevaron las bobinas aprovechando la oscuridad de la noche. La Guardia Civil investiga este nuevo robo y trata de identificar a los autores. I. C.alfafar