Alicante terminó 2013 sin ningún crimen en la capital pero 2014 ha comenzado con uno, el homicidio de Ana María, una mujer de 47 años que fue presuntamente apuñalada en el cuello por un compañero de piso, de 65 años, durante una discusión que el agresor vinculó con una cantidad de dinero que le había desaparecido de su habitación y con sus discrepancias con la vida que llevaba la mujer, según informaron fuentes cercanas al caso. Los hechos ocurrieron ayer tarde en un domicilio del barrio del Pla en el que un ciudadano paquistaní alquila habitaciones y el presunto homicida, Juan Miguel, fue detenido y evacuado a un hospital en estado de semiinconsciencia o aturdimiento a causa de las pastillas que ingirió tras la agresión, presumiblemente para tratar de quitarse la vida. El detenido, que tiene antecedentes, quedó custodiado por la Policía en el hospital.

La Policía Nacional descarta inicialmente que se trate de un caso de violencia de género y trata de aclarar si las breves explicaciones que dio el detenido antes de ser evacuado se ajustan a lo que realmente ocurrió en la casa, situada en un inmueble de la calle Doctor Ayela número 2. Además de la puñalada en el cuello presentaba otras heridas de arma blanca en la cara, probablemente causadas en la pelea.

El crimen fue descubierto sobre las cinco de la tarde por un inmigrante paquistaní que era el responsable de alquilar las cuatro habitaciones de la casa, en una de las cuales vivía él. La mujer apareció sobre una cama con un cuchillo clavado en la garganta y el hombre estaba tendido en el suelo en la misma habitación. La Policía Nacional movilizó a efectivos de Seguridad Ciudadana, Policía Judicial y Policía Científica. El equipo sanitario del SAMU desplazado a la casa certificó que la mujer estaba muerta y tras atender al hombre avisó a una ambulancia del Soporte Vital Básico para evacuarlo.

La comisión judicial se personó en la vivienda poco antes de las siete de la tarde y unos minutos después sacaban en camilla al presunto homicida. Sobre las ocho y media sacaron el cadáver de la mujer para trasladarlo al tanatorio La Siempreviva, donde se le realizará la autopsia para determinar la causa exacta del fallecimiento.

Decenas de vecinos se congregaron durante más de dos horas en la estrecha calle donde sucedieron los hechos para seguir de cerca las labores de la Policía y los sanitarios. Entre las decenas de personas que acudieron a la calle Doctor Ayela se encontraba la exmujer del presunto homicida, que se quedó atónita cuando comprobó con los medios de comunicación que el detenido evacuado en ambulancia era su exmarido Juan Miguel. «No puede ser, él es incapaz de hacer eso», afirmó la exesposa de Juan Miguel, del que lleva separada más de 20 años. Esta mujer explicó que últimamente le estaba «comprando comida y ayudándole porque no recibía nada de dinero y hasta febrero o marzo no iba a empezar a recibir la pensión».

Sorpresa entre los vecinos

Sorprendida se quedó también una joven de San Vicente del Raspeig que había alquilado una de las habitaciones al ciudadano paquistaní por 150 euros al mes. Aún no había dormido y estaba haciendo la mudanza con su pareja y un amigo. La joven explicó que llevaba dos días llevando sus pertenencias a la casa y que se había cruzado en la vivienda con la víctima y el agresor, que residían en habitaciones diferentes. La joven, que igual que el paquistaní tuvo que declarar en Comisaría, estaba al menos contenta por no haber estado presente cuando se cometió el crimen. La Policía le permitió recoger sus maletas de la casa y volvió a marcharse. Otra vecina señaló que un hombre, del que desconocía si era el agresor, acudió horas antes a su domicilio porque su padre es el presidente de la comunidad y se quejó de que «le querían echar de la casa».