Un agricultor de 62 años sorprendió el pasado viernes a unos supuestos ladrones de naranjas saliendo de las proximidades de su campo, situado en la partida del Realón de Picassent, y sin pensárselo dos veces decidió seguir el tráiler en el que presuntamente llevaban la mercancía robada, unos 25.000 kilos de naranjas de la variedad salustiana, según aseguró a Levante-EMV el denunciante. Durante aproximadamente unos 60 kilómetros el sexagenario persiguió el camión dando indicaciones a la Guardia Civil sobre su posición. No obstante, a la altura del peaje de Sagunt de la autopista AP-7 el hombre les perdió la pista. «Me arrimé al arcén porque me estaba llamando la Guardia Civil y ya no entré en la autopista. Sólo faltaba que encima me denunciaran por hablar con el móvil conduciendo», explicaba.
Fernando denunció ayer lo ocurrido en la Guardia Civil de Picassent y facilitó el número de la matrícula del tráiler que presuntamente llevaba las naranjas robadas. No obstante, cuando los agentes comprobaron la misma ésta no correspondía con ningún vehículo de dichas características, por lo que posiblemente el número estuviera equivocado.
Un día antes de lo ocurrido este mismo agricultor ya había denunciado el robo en su campo de buena parte de la cosecha e incluso había advertido de que estaba convencido de que los ladrones iban a volver a actuar, ya que habían dejado los cajones vacíos encima de los naranjos, listos para cargar la fruta y que no fueran visibles a simple vista. «Ese mismo jueves me quedé hasta las ocho de la tarde para ver si venían pero no apareció nadie. Seguro que están vigilándote y controlan cuando te vas», argumenta Fernando. «A la mañana siguiente, cuando vine a las seis ya se habían llevado todo lo demás, hasta los cajones que tenía apilados encima de un palé», apuntó.
En torno a las tres de la tarde del sábado el agricultor regresó a su campo, situado en la partida del Realón y observó en un camino paralelo un tráiler con un remolque cargado de cajas de naranjas, que el hombre identificó como las que le acababan de robar esas últimas noches. «Estoy seguro que eran ellos. Dejan el camión aparcado en un camino cercano y van trasladando los cajones de naranjas en furgonetas hasta allí», explicaba.
Fue entonces cuando optó por seguir al camión con su furgoneta y tomó nota de la matrícula del mismo, aunque al parecer debió de anotarla mal, ya que la Guardia Civil comprobó el número y no existe. En una rotonda a las afueras de Picassent, justo antes de salir a la autovía, el hombre telefoneó a la Benemérita para indicarles lo ocurrido. Desde allí siguió al camión sospechoso, en el que sólo iba el conductor, a una velocidad media de unos 90 km/h. Antes de salir a la autovía tuvo la intención de pararlo pero reconoce que se lo pensó mejor. «Yo no soy nadie para pararlo y nunca sabes como puede reaccionar, si te pegan un garrotazo o cualquier cosa», confiesa el agricultor.
Cuando la Guardia Civil le devolvió la llamada el hombre asegura que tuvo que parar el coche porque no quería que lo multaran y les dijo que lo había perdido en la entrada a la autopista. «Mañana si sale buen tiempo iré a recoger las pocas naranjas que han dejado. Ha sido un desastre, un atraco a mano armada», se lamentaba.
