Una distracción del conductor por sueño o pérdida de la conciencia, o tal vez un exceso de velocidad. O bien una combinación de ambas. Ésas son las causas que la Guardia Civil de Tráfico baraja para explicar el accidente del autobús escolar que se despeñó a primera hora de ayer en Dos Aguas causando heridas graves a dos de los 21 alumnos de ESO y Bachillerato que se dirigían, como cada día, al IES de Buñol. Otros 14 sufrieron leves. El conductor, de 45 años, resultó grave y la monitora que acompañaba a los estudiantes, tiene lesiones leves.

El siniestro se produjo sobre las 7.13 horas de ayer, después de que el vehículo hubiese recogido a 21 escolares de entre 13 y 18 años de Millares y Dos Aguas. Cuando circulaba por el punto kilométrico 63,500, el conductor tomó recta una curva a la derecha y se salió de la calzada por su izquierda. El autobús, que tenía cuatro años de antigüedad „fue matriculado en 2008„ y había pasado la ITV sólo tres semanas antes, lo que descarta una posible avería mecánica, arrancó parcialmente el quitamiedos, cayó por un terraplén con un desnivel de unos 15 metros, volcó en tonel sobre su lateral izquierdo y se frenó en una explanada, tras quedar con las ruedas en tierra.

La fortuna quiso que el vehículo se saliera en el punto «menos malo», lo que, junto con los sistemas de seguridad pasiva de los que disponía al ser un vehículo nuevo, minimizó la gravedad del siniestro. «Ha sido un milagro. Si se sale un poco antes o un poco después, estaríamos hablando de otra cosa, porque no había explanada y habría seguido cayendo hasta el fondo del barranco», explica un testigo.

A la espera de que la Guardia Civil de Tráfico del destacamento de Requena complete la investigación con el análisis del tacógrafo, los agentes barajan una distracción del conductor, de 45 años y con dos años de experiencia en esa ruta, provocase el siniestro. Algunos de los alumnos hablaron de sueño „«iba dando cabezadas», describieron„ y otros de exceso de velocidad „«iba muy rápido», afirmaron.

La lectura del tacógrafo aclarará a cuánto circulaba en el instante del accidente, pero, en principio, los investigadores se inclinan por que se durmiera momentáneamente. La sospecha se basa no sólo en los testimonios, sino también en que la salida de vía se produjo al final de un tramo recto de unos 300 metros con pendiente ligeramente ascendente y en que no hay huellas de frenada.

«No me acuerdo de nada»

Además, cuando estaba siendo atendido en la ambulancia, el conductor confesó que «no recordaba nada», lo que refrenda que se durmiera o sufriese una pérdida momentánea de la consciencia. El chófer, a quien la Guardia Civil ha imputado un presunto delio de imprudencia con resultado lesiones, fue sometido a la prueba de alcoholemia, que fue negativa „dio 0,00.

Nada más recibir la alerta, se desplazaron al lugar nueve ambulancias „tres del SAMU, cuatro de SVB y dos TNA„, que trasladaron a los heridos más graves al Hospital Clínico „un chico de 17 años con fisura en la pelvis„, a La Fe „una chica de 16 años con traumatismo craneoencefálico„ y al General „el chófer„. Los 15 heridos leves fueron evacuados a los citados centros y al Hospital de Manises. Anoche, ocho de ellos permanecían ingresados.

La mayoría de los chicos salieron por su propio pie „muchos de ellos con rasguños y con cortes por los cristales rotos„, aunque varios fueron auxiliados por los bomberos del Consorcio Provincial. El lugar se llenó además de padres y familiares que acudieron en pocos minutos tanto desde Dos Aguas „a tres kilómetros escasos„ como de Millares. Muchos regresaron a sus casas en ese momento tras ser atendidos en el lugar.