Los buzos que trabajan en el rescate del pesquero naufragado en la costa de Asturias llevan gran parte de jornada de este domingo hoy centrados en realizar un corte en el costado estribor del pesquero, a la altura del puente de navegación, coincidiendo con un camarote, de un tamaño aproximado de un metro y medio cuadrado. Esta maniobra en el barco, sumergido desde el naufragio del pasado lunes en una zona rocosa de fuertes corrientes, es acometida con una lanza térmica, que se alimenta de oxígeno, que puede alcanzar temperaturas de más de 5.000 grados. Los responsables del operativo son optimistas con esta operación.

Los buzos de la Guardia Civil bajan esta tarde al barco para entrar por este nuevo agujero y la trampilla utilizada estos días, con el fin de peinar el barco en busca de más cuerpos. Los responsables han incidido en lo complicado de avanzar con rapidez en el interior del 'Santa Ana' por todo el material que hay disperso. Además, han señalado que los equipos de rescate que trabajan en la operación cuentan con la experiencia y materiales necesarios para llevarla a cabo con éxito.

El director de Operaciones de Salvamento Marítimo, Joaquín Maceiras, ha explicado que la investigación se centra ahora en la proa de la embarcación, en la que hay tres camarotes, y también en la sala de máquinas. La bonanza del tiempo prevista concede a los buzos la posibilidad de trabajar en las mismas condiciones en las que lo están haciendo hasta ahora, al menos hasta el próximo martes.

Ayer, los buceadores recuperaban los restos del marinero indonesio Suherman Hasan, de 48 años, localizado a la una y media de la tarde en la zona habitable del arrastrero. Poco después de que la juez de guardia ordenase el levantamiento del cadáver en los muelles de San Juan, adonde fue trasladado el cuerpo, los vecinos de la localidad coruñesa de Muros despedían en la parroquia de Santiago de Tal a Lucas José Mayo Abeijón, de 33 años, que deja viuda y dos hijos.