El joven que recibió una brutal paliza el pasado día 9 cuando trataba de apaciguar a su presunto verdugo después de que éste fuese expulsado de un local de Albal por armar jaleo, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, falleció ayer en el Hospital La Fe, tras aguantar nueve días en coma. Las lesiones cerebrales irreversibles, que lo mantenían en situación crítica en la unidad de reanimación desde hacía días, han terminado por costarle la vida, por lo que la acusación contra su presunto agresor, que ingresó en prisión tras pasar por el juzgado, cambiará de un delito de homicidio intentado a otro consumado.
La víctima, Adrián Pérez Roselló, quien cumplió los 30 años postrado en la cama de Reanimación de La Fe, celebraba una fiesta de cumpleaños con otros amigos en un salón de banquetes de Albal el domingo, 9 de marzo. Sobre las dos de la tarde, el presunto agresor, Carlos B.Ll., de 26 años, empezó a encararse con varios de los asistentes a la fiesta sin motivo aparente, lo que obligó a que lo expulsaran del recinto.
Adrián, de quien los que lo conocían destacan su talante conciliador, salió a la calle para hablar con Carlos con el fin de que se calmase. Sin embargo, ocurrió justo lo contrario. El acusado propinó una brutal paliza al joven, a quien llegó a agredir incluso cuando estaba ya en el suelo, tal como recogieron las cámaras de seguridad de una empresa próxima al salón de banquetes donde se encontraba el grupo.
Las grabaciones, que ya están en manos del Juzgado de Instrucción número 2 de Picassent, desmienten la versión aportada por el detenido en su comparecencia ante el juez, el martes de la semana pasada, cuando afirmó que se había tratado de una pelea de igual a igual en la que ambos habían propinado y recibido golpes. De hecho, las evidencias recopiladas por los agentes de la Guardia Civil de Alfafar son tan claras, que la Fiscalía solicitó prisión provisional sin fianza por homicidio en grado de tentativa para Carlos B.Ll., quien fue conducido directamente del juzgado a la prisión de Picassent.
Otro de los argumentos esgrimidos por el detenido es que había consumido mucho alcohol y otras sustancias, lo que le supondría una rebaja en la posible condena. De hecho, ya ha sido sometido a petición propia a las pruebas forenses para determinar si es consumidor de estupefacientes y si aquél día había tomado algún tipo de droga.
Tras la confirmación médica del fallecimiento de Adrián, su familia accedió a donar sus órganos. El cuerpo del joven será trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde está previsto que se le practique la autopsia posiblemente mañana. La necropsia confirmará las lesiones en la cabeza que ya diagnosticaron los neurólogos de La Fe y que son consecuencia de los golpes recibidos.
