Varios factores han hecho que se detecten movimientos en el caso de María José Carracosa. La valenciana sigue en prisión desde 2006 por llevarse a su hija de EEUU sin el consentimiento ni conocimiento de su ex marido, como debería haber hecho, tal como habían pactado en un preacuerdo de divorcio. El juez le comunicó durante la lectura de su condena a 14 años de prisión que podría quedar libre si devolvía la menor a su progenitor. A pesar de los continuos intentos por llegar a un acuerdo finalmente se dieron por rotas las negociaciones y desde entonces la vecina de Buñol sigue en prisión hasta 2020. La hija vive con sus abuelos maternos sin ver desde hace años a su padre.

Ahora Peter Innes vuelve a mover ficha. El norteamericano y sus abogados en España explican que los motivos son las últimas declaraciones de su exmujer en enero (en las que dice estar secuestrada y defiende su inocencia) y unas cartas que su hija Victoria ha enviado en febrero a los tribunales estadounidenses pidiendo la libertad de su madre.

A ello se suma que Innes será indemnizado con más de 700.000 euros por los letrados americanos de la valenciana por entregarle el pasaporte de la pequeña, lo que permitió que salieran de EEUU.

En declaraciones a Levante-EMV, Peter Innes explica en inglés que con el dinero recibido por esa indemnización «voy a ser capaz de llevar a cabo litigios en España. Mucha gente en España ha visto a través de las mentiras de la familia Carrascosa, quienes han hecho un gran trabajo argumentando su caso en el tribunal de la opinión pública. Sus argumentos siempre se han basado en mentiras. Los españoles son demasiado inteligentes para continuar siendo engañados».

Así, explica a este diario que está considerando «presentar querellas por calumnias» contra la familia Carrascosa, su abogado Marcos García Montes y la «mentirosa profesional» Reyes Monforte. «Ya he tenido bastante sobre sus mentiras sobre mí y la manipulación de mi hija»,asegura.

Peter explica que «desde hace nueve años yo siempre he estado dispuesto para resolver el problema mediante la negociación. No importa lo que ofreciese. Siempre es rechazado categóricamente por los Carrascosa. Por ello, planea «luchar por tener acceso a mi hija». «No hay razón por la que no pueda comunicarme con ella por teléfono o internet», apostilla.

El encuentro padre-hija

Y es que asegura Peter que no ha podido tener contacto con ella desde 2007, última vez que habló por teléfono; y añade que los tribunales españoles «han estado de acuerdo» con poder estar en contacto. Este diario también habló con la familia Carrascosa, concretamente con el padre de la valenciana, José, quién esquivó la pregunta referente a cuánto tiempo hacía que Peter no hablaba con su padre.

El norteamericano explica a este diario que «no sé sus notas en el colegio, y no sé nada de sus asuntos médicos, no sé qué le interesa. De hecho, no sé ni qué aspecto tiene. Me ha sido totalmente ocultada». Y añade que durante los procedimientos de los tribunales de los EEUU, «el juez le ordenó a María José que me permitiera hablar diariamente con ella a las siete de la tarde. Le llamé cada día a esa hora durante 150 días consecutivos y en ninguno me dejaron hablar con ella. Después mi abogado me aconsejó que dejara de llamar porque podría ser acusado de acoso». La madre sí ha podido hablar con ella por teléfono, según explicaron los abuelos a una televisión estatal recientemente.

«Mi nieta ya ve por sí misma»

Otras de las piezas del rompecabezas son las cartas que la niña envió en febrero a los jueces norteamericanos. Peter ha sabido de estas cartas que le parecen «ofensivas». El abuelo de la pequeña reconoce la existencia de esas cartas y explica a este diario que cuentan con el registro del consulado norteamericano en Valencia.

Según explica José Carrascosa «la niña pide que quiere estar con su madre, que ya tiene 14 años y ya ve cosas por sí misma». Peter Innes, en cambio, asegura que estas cartas muestran «cómo ha sido manipulada». «En la carta dice que recuerda cosas sobre mí que nunca ocurrieron. Tristemente esa carta sólo muestra cuánto le han lavado el cerebro».

Al decirle a José Carrascosa lo que son para Peter esas cartas, responde: «Es su opinión». Añade que «él las abandonó». «A él no le gustaron las sentencias en España y se refugió allí». «Cuando le preguntaron a Peter Innes sobre qué opinaba al respecto de la sentencia él dijo que fuera «ejemplar». «Ese es el verdadero Peter», apunta el patriarca de la familia Carrascosa desde Buñol.

Queda palpable tras hablar con ambas partes que los desencuentros siguen tras tantos años. Los mismos que impidieron durante años que se llegara a un acuerdo que dejara a la valenciana libre. El juez dijo que abriría la mano si la niña volvía con su padre y Peter llegó a renunciar a la custodia a cambio de un régimen de visitas.

Lo que está claro es que Peter Innes está dispuesto a contraatacar legalmente: «Quiero que mi hija sepa la verdad y por esto debo continuar luchando».