La Policía Nacional detuvo en la ciudad de Valencia a una mujer cuyo descaro para robar en un establecimiento le llevó incluso a contratar una empresa de transporte. El botín era tal que necesitaba de un vehículo grande para poder llevarse hasta su domicilio todo lo que tenía pensado apropiarse: productos y mobiliario por valor de 64.000 euros.

Pero sin embargo, la avaricia rompió el saco. Y no tanto por este robo en que se llevó hasta mobiliario, si no también porque su objetivo fue el mismo que en otra ocasión anterior, una circunstancia que facilitó las investigaciones de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Valencia. Según informaron fuentes de la Jefatura Superior de la Policía, las investigaciones comenzaron a mediados de este mes en la ciudad. Los propietarios de un establecimiento situado en el centro de la capital del Turia interpusieron una denuncia señalando que alguien había logrado entrar de madrugada en la tienda y se había hecho con parte del género, el cuál no ha trascendido de qué tipo era, así como con documentación y hasta parte del mobiliario de la tienda. Todo el «botín» sumaba cerca de 64.000 euros.

Se hizo con las llaves de la tienda

Según las mismas fuentes, la investigación señala que ladrona, de 59 años, había accedido a la tienda usando una llave, lo que apunta a que los agentes no encontraron muestras de que la puerta hubiera sido forzada.

Los agentes empezaron a realizar la investigación y al parecer preguntaron a los propietarios si habían sufrido algún robo anteriormente, o si tenían sospechas de alguien. Los dueños relataron que un mes antes, en agosto, ya habían sufrido un robo con violencia, pero en aquella ocasión mucho menos «sutil».

Explicaron que un día una mujer que era conocida de la propietaria del establecimiento había entrado y había agredido a la empleada para robarle cerca de los 300 euros que habían hecho de caja ese día, así como el género que había en dos cajones.

De este modo, la citada mujer se convirtió en la principal sospechosa para los agentes. Durante sus indagaciones los policías dieron con una pista clave. La conocida de la propietaria había contratado la misma madrugada del último robo una empresa de transportes.

Así, tras seguir ahondando en las investigaciones, los agentes comprobaron que la sospechosa había entrado en el establecimiento del centro de Valencia con una llave que había robado a su conocida y luego había cargado un vehículo de transporte con el género y el mobiliario robado para llevarlo hasta un domicilio, el cual se encontraba situado en el distrito de Trànsits. Esa había sido la opción elegida para cubrir los cuatro kilómetros que recorrió sin levantar sospechas.

Tras localizarla en su casa, los agentes detuvieron a la mujer y recuperaron los objetos y las llaves. Tras pasar a disposición judicial, la mujer, sin antecedentes policiales fue puesta en libertad, con obligación de comparecer cuando sea requerida.