La Guardia Civil ha detenido en Sagunt y otros municipios de Valencia a 60 trabajadores de una misma empresa de electricidad acusados de sisar 120 toneladas de metales de desecho que les permitió hacerse con sobresueldos de 160.000 euros a lo largo de varios años. Los arrestados han quedado en libertad provisional tras su paso por el juzgado, que los acusa de un delito continuado de apropiación indebida.

Las detenciones fueron realizadas por agentes del equipo ROCA de Sagunt y son fruto de una investigación que comenzó en junio pasado cuando los guardias de ese grupo investigaban otro tipo de delito. Al parecer, se habían producido varios robos de cableado en el interior de transformadores eléctricos ubicados en la vía pública, por lo que los agentes iniciaron un recorrido por 30 chatarrerías del Camp de Morvedre y de otros puntos de la provincia de Valencia en busca de ese cobre.

Durante esas revisiones de los libros de registro de las chatarrerías descubrieron que, en 13 de ellas, se habían producido hasta 600 ventas a lo largo de varios años en los que siempre se repetían los mismos vendedores.

Varios tenían antecedentes

Todos ellos tenían en común su pertenencia a una misma empresa, una subcontrata de varias grandes compañías eléctricas para las que realizaban trabajos de mantenimiento en sus instalaciones. Según las fuentes consultadas por Levante-EMV, ésta fue la manera en que se detectó realmente la práctica fraudulenta que se había instalado entre los trabajadores de la firma. De hecho, los responsables de la empresa habían encargado recientemente una auditoría interna en la que no se llegó a detectar la fuga de metales.

Los detenidos son tanto españoles como rumanos, y entre ellos hay varios con antecedentes policiales, por lo que los investigadores sospechan que los segundos eran quienes sabían que estaban cometiendo un delito, mientras que otros muchos creían que era una práctica legal y consentida.

De las pesquisas llevadas a cabo se deduce que los trabajadores desviaban parte del material usado que sustituían en las instalaciones que iban renovando, y que después vendían en esas 13 chatarrerías.

Según la información facilitada ayer por la Comandancia de Valencia, a lo largo de varios años, los ahora arrestados habrían llegado a realizar hasta 600 ventas, que les reportaron 160.000 euros. De las 120 toneladas de material sisado, la mayoría era cobre, aunque también vendieron aluminio y latón. Según las fuentes consultadas, el perjuicio económico no sólo afectaba a su empresa, sino también a las compañías eléctricas para ñas que trabajaba la subcontrata.

Los arrestados están a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Sagunt, que ha supervisado desde el primer momento la investigación del equipo ROCA de la capital de Morvedre.