Papá Nöel también llegará este año con el saco cargado a los hogares de los 135.000 funcionarios de la Generalitat. La Conselleria de Hacienda confirmó ayer por la tarde que finalmente podrá abonar de forma anticipada, el próximo día 24, la nómina de diciembre y la extra de Navidad de los empleados públicos. La medida pondrá en circulación en la economía valenciana, antes del inicio de la campaña navideña, 450 millones „250 correspondientes a la nómina y otros 200, a la extra„, susceptibles de dinamizar en el consumo, depauperado en los últimos años por la crisis y la supresión de la paga de 2012. De hecho, asociaciones de comerciantes y destacadas empresas del sector de la distribución y la hostelería se dirigieron a la conselleria instando a que se hicieran esfuerzos para evitar que se arruinara la campaña de compras navideña.
Y es que, en principio, el departamento que dirige Juan Carlos Moragues no lo tenía previsto, ya que el calendario de abonos contemplaba, con un criterio de prudencia, el pago de la nómina y la extra en los dos últimos días hábiles del año, el 29 o el 30. Ello es así porque el Ejecutivo está a expensas de la transferencia mensual que el Ministerio de Hacienda hace de los recursos del sistema de financiación. Para el comercio valenciano ese escenario era letal, toda vez que comportaba el retraimiento de los 135.000 funcionarios a la hora de efectuar compras, con un impacto también en el sector de la hostelería (las clásicas comidas navideñas), al no disponer de ese dinero en el bolsillo. Debido al calendario festivo, hasta el día 2 de enero no ingresarían los fondos con lo que, como sucedió en otros ejercicios, las compras de los empleados se demorarían a enero. Esto es, la campaña de Reyes.
Ayer por la mañana, el diputado socialista Rafael Rubio alertó de la situación e instó a la Generalitat a realizar las gestiones necesarias para lograr que los funcionarios percibieran la paga antes del día de Nochebuena, con el fin de dar un balón de oxígeno al comercio y contribuir a la dinamización de la economía. El sector todavía recuerda la situación vivida en 2011 cuando el colapso financiero del Consell le llevó a pagar a los empleados a finales de mes, rompiendo la tradición de abonar las nóminas antes de Navidad. Peor aún fue en 2012, cuando se suprimió la paga navideña a los funcionarios. En 2013, el ministerio transfirió los fondos el día 23 y el 24 cobraron los empleados. Pero este año no estaba claro.
De hecho, tras la denuncia de Rubio, fuentes de Hacienda recalcaron que dependían de la transferencia del ministerio. Si llegaba, se abonaría; si no, sería imposible. Sin embargo, sobre las seis de la tarde lograron la confirmación de los fondos y el anuncio del adelanto. Rubio celebró después la confirmación pero sostuvo: «Si no hubiéramos denunciado la situación, no se habrían movido para lograr algo que era tan necesario».
