Con toda la parte izquierda del cuerpo paralizada, los ojos cerrados sin poder abrir los párpados y la boca torcida sin posibilidad de articular palabra alguna comprensible. Así se encuentra, postrada en una cama del Hospital General de Valencia, María Ángeles Arroyo, una mujer de 83 años que hasta hace solo tres días se movía con total libertad y era un «torbellino de vitalidad», según describen los que la conocen, que son muchos, ya que la octogenaria es presidenta de la asociación de vecinos de Arniches y del centro cultural de jubilados y pensionistas de este mismo barrio de Valencia.
María Ángeles fue asaltada por un ladrón el miércoles por la noche cuando se disponía a entrar en su domicilio. El delincuente le dio un empujón y la tiró al suelo para apoderarse del carro de la compra que portaba la anciana, donde llevaba el bolso en cuyo interior la mujer guardaba cerca de 3.000 euros, dinero con el que iba a retirar a la mañana siguiente los décimos de la lotería de Navidad, correspondientes a los números de las participaciones de la asociación. «Seguro que la habían vigilado, sabían que llevaba el dinero encima», un miembro de la asociación de Arniches.
La mujer apenas tenía que recorrer con el dinero de la venta de las participaciones los escasos diez metros que separan el portal de su vivienda con el local social, situados en el camino Viejo de Xirivella. Sin embargo, alguien le estaba esperando dentro del portal, según logró manifestar poco antes de sufrir el ictus que la ha dejado inmovilizada casi por completo. «Solo decía que le habían robado, que la empujaron, la tiraron al suelo y se llevaron el carro con el dinero», relata María del Carmen, compañera de la asociación y amiga íntima de la víctima.
La anciana no llamó a la policía en ese momento. Según les dijo posteriormente, «no quería molestar y se subió a casa con el disgusto». Durante toda la noche estuvo dándole vueltas a la cabeza ya que se sentía mal por haber perdido el dinero con el que pagar los décimos en los que tantos vecinos habían depositado sus ilusiones.
A la mañana siguiente, en torno a las 10.30 horas, entró en el local de la asociación «con la cara desencajada», según describe María del Carmen. «¡Estos ladrones hijos de puta!», «me han robado, anoche cuando salí de aquí me robaron», gritaba la anciana muy alterada. Hasta tal punto llegó su alteración fruto del asalto sufrido la noche anterior que de repente la octogenaria sufrió un ictus.
«Empezó a hablar mal, no se le entendía lo que decía y le empezaron a flaquear las piernas, se le dobló la boca, fue horrible», relata la mujer que acudiría posteriormente a presentar la denuncia por lo ocurrido. «Nunca había visto a alguien sufrir un ictus. Era como si se le fueran acabando las pilas poco a poco», apuntaba una peluquera que también estaba presente. Rápidamente llamaron a una ambulancia y los servicios médicos trasladaron a la mujer al Hospital General de Valencia, donde continúa ingresada en estado grave. «Los médicos nos han dicho que tiene un coágulo en el cerebro y dada su edad no creen que se recupere del ictus», explicaba la denunciante.
Debido al robo la asociación de vecinos de Arniches finalmente no ha podido retirar los 120 décimos de lotería correspondientes a las participaciones que habían repartido y vendido entre sus asociados. Por ello acudieron a la administración de loterías de Mislata donde adquirieron los números para que anularan las participaciones de la asociación de vecinos y centro cultural de jubilados y pensionistas Arniches de los números 54.621 y 39.506. Desde la asociación quieren comunicar a todos aquellos que compraron dichas participaciones que éstas han sido anuladas tras denunciar los hechos a la Policía Nacional. Los investigadores tratan ahora de localizar al autor del robo, aunque la víctima y única testigo por el momento no puede facilitar dato alguno sobre el sospechoso.
