El juez envió ayer a prisión a una mujer en relación al ataque con ácido perpetrado en Valencia contra un doctor en Física, cuando estaba en una terraza de la Plaza del Cedro. Como ha ido informando este diario, tres hombres colaboraron en julio de 2014 presuntamente con una mujer que quería vengar una supuesta violación.
Debían abrasar con ácido a su agresor pero estos se confundieron de persona y atacaron a Juan Pablo Gómez, de 34 años, que nada tenía que ver con la trama, y al que dejaron prácticamente ciego de ambos ojos.
Ayer pasó a disposición judicial una mujer para la que el juez decretó prisión provisional comunicada y sin fianza, relacionada con esta agresión, según confirmaron a este diario fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, este diario no pudo confirmar si se trata de la mujer que habría ordenado la agresión u otra persona implicada, debido a que las diligencias son secretas y no han trascendido más datos.
Los hechos ocurrieron el 18 de julio del año pasado y fue a finales de noviembre cuando agentes del grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de la Policía de Valencia detuvieron a tres hombres, presuntamente implicados con la agresión.
Al día siguiente, la juez de instrucción 12 de Valencia decretó prisión provisional para el supuesto autor material del ataque, Julio Alberto B., mientras que dejó en libertad provisional a los otros dos imputados.
Dinero y una cena a cambio
Los agentes trabajaban desde el primer momento con la hipótesis de que no había ninguna relación entre víctima y agresor, debido al perfil de Pablo, un investigador con un brillante futuro y sin ninguna «mancha» en su vida. Como publicó Levante-EMV, la mujer que contrató presuntamente la venganza contra un violador, llegó a ofrecer mil euros por el ataque. Según declararon en su momento los acusados, la mujer comentó a su profesor de gimnasio, Julio Alberto, B., su intención de buscar a unos sicarios para que cumplieran su plan.
Se echó para atrás cuando le dijeron que podría ser después extorsionada, por lo que según las mismas declaraciones, el profesor aceptó el encargo y se puso en contacto con los otros dos acusados. Uno cobraría 250 euros, mientras que al otro se le pagaría la gasolina y la cena por poner el coche.
Ácido en un vaso
El plan acabó en una trágica chapuza. Contaban con una foto del objetivo que les habría ofrecido la mujer, obtenida del Facebook del supuesto violador. La misma les dijo que le podrían encontrar en un concierto en un bar de la calle Campoamor, pero se equivocaron de día. Se dieron cuenta de ello al preguntar en el local, pero siguieron con su búsqueda por la zona hasta toparse con Juan Pablo, que estaba tomando una consumición tranquilamente con dos amigos. Dos de los acusados llegaron a hablar con el físico.
El ahora preso le lanzó el ácido a la cara que llevaban en un vaso y corrió hasta el coche en el que huyó. Uno de los amigos de la víctima logró tomar la matrícula. La mujer vio al día siguiente que su presunto violador había subido fotos nuevas a Facebook con su rostro intacto, y descubrió el fatal error.
