El cura condenado a dos meses de cárcel por intentar robar en un bar de Valencia a finales de septiembre junto a dos compinches podría sentarse nuevamente en el banquillo de los acusados si la Audiencia Provincial estima el recurso presentado por la defensa de uno de los acusados de la brutal paliza a Marita. La nonagenaria de Albal sobrevivió tras cerca de dos meses en coma después de que una pareja de ladrones entrara en su casa y le exigieran dinero alegando que venían de parte del párroco de San Carlos de Borromeo. En su momento varios indicios apuntaban a la posible participación del cura en los hechos, aunque la juez de Catarroja optó por tomarle declaración únicamente como testigo. Ahora es uno de los propios acusados quien solicita al juez su imputación como cómplice.
La defensa de la mujer arrestada por su presunta participación en el robo con violencia a la anciana ha solicitado que el Juzgado de Instrucción número cinco de Catarroja cite a declarar en calidad de imputado a José Vicente O. P. como presunto cómplice o al menos como autor de un delito de encubrimiento. Asimismo, esta parte pide como elemento de prueba que el departamento de nuevas tecnologías de la Guardia Civil estudie las grabaciones de la cámara de seguridad instalada en la vivienda de la víctima en los meses anteriores a los hechos.
En dichos vídeos se observa claramente como diez días antes de la paliza el expárroco de Beniparrell acude con dos presuntos delincuentes a casa de Marita y realiza todo tipo de aspavientos y recriminaciones a la nonagenaria, incluso llegando a registrarle el bolso, como adelantó en exclusiva Levante-EMV en agosto de 2013. En el recurso presentado ahora se hace hincapié en esta «actitud agresiva» del cura y se apunta que una de las personas que se observa en la puerta de la casa es precisamente el presunto autor material de la posterior paliza a la anciana.
La jueza del caso se opone
La jueza instructora del caso rechazó en noviembre esta solicitud de imputación amparándose en el «in dubio pro reo» y en que «de las pruebas practicadas en las actuaciones no se desprende la existencia de ilícito penal por parte de José Vicente O. P.», quien ya declaró como testigo. No obstante, el recurso presentado ante la Audiencia Provincial de Valencia califica de «desidia» esta actitud «a la hora de investigar unos hechos que tienen todos los tintes de ser un plan preconcebido entre el expárroco y el acusado Ángel V.».
Asimismo de las declaraciones de los testigos y de la propia agredida se desprende, según la solicitud de imputación, «que toda la información de la que disponía Ángel V. para cometer el robo se la había facilitado el párroco». De hecho, había ido a comer en dos ocasiones a la vivienda junto con el cura, sabía que la anciana vivía sola, que era dependiente y era conocedor de su nivel adquisitivo. Además, pese a haber tenido al acusado viviendo en su casa durante varias semanas, José Vicente O. P. dijo no reconocer a las personas que aparecían en el vídeo de la agresión tras visionar las imágenes.
Por su parte, la acusación particular ha preferido mantenerse al margen de la imputación del expárroco de Beniparrell al entender que ahora ello supondría retrasar el juicio, a lo que se oponen taxativamente. Aunque sí que reconocieron que «existen muchas contradicciones en el testimonio del cura y eran partidarios en un primer momento de su imputación, ahora prefieren que el juicio no se retrase ni un día más».
