El exconcejal de Rugat por el Partido Popular Guillermo B. E., de 40 años, se enfrenta a 15 años de prisión por supuestamente haber intentado asesinar, en mayo del años pasado, al actual novio de su ex pareja sentimental en Alemania, adonde llegó tras recorrer en un coche prestado los 1.800 kilómetros que separaban su domicilio en Ondara del de su víctima, Wipperfürth, en Renania del Norte-Westfalia. El juicio contra el que fue edil hasta su cese, acordado por la dirección de los populares valencianos tras conocer su detención por estos hechos, comenzó esta semana en la Audiencia Provincial de Colonia y se prolongará hasta después de Pascua. La sentencia contra Guillermo B. E., de cuyo arresto y procesamiento ha venido informando en exclusiva Levante-EMV, podría conocerse a finales de mes, según fuentes jurídicas consultadas por este diario.
El juicio, que está teniendo una amplia cobertura mediática local, arrancó el lunes pasado en un tribunal de la audiencia de Colonia. Guillermo, que ha permanecido desde junio del año pasado en la cárcel de Colonia tras haber sido extraditado por España a petición de la Fiscalía de esa ciudad alemana, se declaró inocente por boca de su abogado. «Él niega la acusación», dijo el letrado a la juez que preside el tribunal.
Sin embargo, su víctima, Cristian, de 33 años, no tuvo dudas a la hora de reconocerle cuando le preguntó la Fiscalía si su agresor estaba en la sala. «Es él», asintió. «Sus marcadas facciones, sus ojos... Lo veo ahí sentado y sí, es él», declaró sin dudar.
Cristian explicó al tribunal que a las 21.30 horas del 20 de mayo de 2014, cuando sucedieron los hechos, se encontraba solo en su casa, una vivienda próxima al centro hípico donde trabajaba como entrenador de caballos. Se había dormido en el sofá con el televisor puesto cuando alguien llamó con los nudillos en la ventana. Cristian se asomó y vio a un extraño.
«Se mostró amistoso», recordó, aunque admitió que fue una comunicación «difícil», ya que el desconocido hablaba en «francés o español» -desconoce ambas lenguas-. Se entendieron con gestos y así supo que buscaba ayuda porque afirmaba que su coche se había parado y no arrancaba. «En un momento determinado, salí para acompañarle hasta le coche, porque no iba», relató la víctima en el juicio.
Cristian incluso le ayudó a empujar el vehículo, un Citroën C4 de color azul oscuro y matrícula española, hasta que el automóvil se puso en marcha.
«Nos despedimos con un apretón de manos. Me di la vuelta y volví hacia mi casa. Ya no recuerdo más», admite. Cristian recibió un fortísimo golpe en la cabeza y después su agresor lo acuchilló varias veces en el vientre. Permaneció inconsciente, desangrándose sobre la hierba, hasta que una vecina lo encontró casualmente a las seis de la madrugada. Estaba en estado crítico.
El fiscal ha recordado en el juicio que sólo «la operación de urgencia a la que fue sometido» Cristian le salvó la vida. Por esa razón, acusa al exconcejal popular de intento de asesinato.
Una denuncia por malos tratos
Tal como adelantó en su momento este periódico, Guillermo había sido durante más de seis años pareja sentimental de una joven alemana, Karolin, a la que había conocido cuando ella tenía 20 años. El año pasado, tras una relación «tensa y dura», según sus allegados, en la que hubo incluso una denuncia por malos tratos y vejaciones, la joven decidió romper definitivamente con él. «No se lo tomó muy bien», dijo entonces la joven.
Pese a todo, intentó mantener «una buena relación» con Guillermo mientras preparaba su regreso a Alemania. Había conocido a su actual compañero y había decidido volver a su país natal. Y desgranó los detalles del regreso a Guillermo. El 20 de mayo, Karolin se despidió de su abuela, en Oliva, e inició el viaje hacia Wipperfürth a la una de la tarde. Pero Guillermo, según la Fiscalía de Colonia, que se apoya en la investigación de la Brigada de Homicidios de esa ciudad germana y en la de la Guardia Civil de Valencia, se le adelantó.
Al volante de un C4 azul oscuro que le había prestado un amigo recorrió esos casi 1.800 kilómetros y supuestamente golpeó y acuchilló al que consideraba su rival con la intención de matarle, mantiene la acusación pública alemana, después de simular una avería. El exresponsable de Urbanismo y Fiestas del Ayuntamiento de Rugat dejó el coche abandonado en las inmediaciones y regresó a Valencia en avión.
Durante el registro de sus domicilios en Ondara, Rugat y Gandia, la Guardia Civil recuperó el billete. Además, el GPS del coche deja claro que se dirigió a Wipperfürth tras buscar la ubicación del pueblo en el navegador. Y la víctima, pese a las lagunas de memoria provocadas por la agresión, lo reconoce sin lugar a dudas. Son evidencias que acercan a Guillermo a la condena que le quiere imponer la Fiscalía cuando culmine el proceso, después del obligado parón que impone la celebración local de las fiestas de Pascua.
