Las 1.409 toneladas de fuel que había cargado el pesquero ruso «Oleg Naydenov» para salir del puerto de Las Palmas, o lo que quede de ellas tras cuatro días de incendio, obligaron ayer a activar los protocolos anticontaminación en Canarias, tras hundirse el arrastrero al sur de Gran Canaria.

El pesquero ruso había sido remolcado a alta mar por Salvamento Marítimo el domingo pasado para evitar que el fuego se propagara a otras naves, ante la constatación de que el incendio que se había declarado en su interior un día antes resultaba ya incontrolable. Con sus 72 tripulantes a salvo desde los primeros instantes de la emergencia, el «Oleg Naydenov» fue remolcado primero al sur de la Punta de Jandía (Fuerteventura) y trasladado después, conforme el fuego daba signos de perder fuerza, de regreso hacia Gran Canaria.

Capitanía Marítima de Las Palmas tenía previsto inspeccionarlo para comprobar si estaba en condiciones de regresar al puerto, pero el pesquero se hundió el martes por la noche cuando se encontraba a 15 millas (24 kilómetros) al sur de la localidad turística de Maspalomas.

Su naufragio ha reavivado las críticas de las organizaciones ecologistas, como Greenpeace, Océana o Ecologistas en Acción, que consideran que sacarlo del puerto solo ha agravado los riesgos. Además, el pesquero había sido denunciado varias veces por pesca ilegal, aunque no figura en ninguna «lista negra» dentro de la Unión Europea.