El nuevo protocolo sanitario que estrenan el curso que viene colegios e institutos, con el objetivo de coordinar a los especialistas de Sanidad y de Educación en materia de salud escolar, excluye la salud mental de esta atención específica. Al día siguiente de la tragedia desencadenada en el instituto de Barcelona, que acabó con la vida de un profesor a manos de un alumno, la preocupación de algunos directores de los centros de Secundaria de la Comunitat Valenciana subió de tono al recibir el nuevo protocolo sanitario sin mención alguna a la salud mental. Otros directores advirtieron de la necesidad de aumentar las plazas en centros educativos especiales para menores con conductas «muy conflictivas».
«Dejar fuera la salud mental impide el necesario seguimiento de los trastornos de personalidad, de ansiedad, nutrición, falta de control de los impulsos que ocasionan agresividad entre iguales y violencia de género; así como de las adicciones como el consumo de alcohol, hachís, cocaína, sin olvidar la adicción a los móviles y problemas de falta de comunicación complejos, que pueden bloquear los procesos de desarrollo de los jóvenes». La coportavoz de los directores de Institutos de Secundaria en Alicante, Laura Oliva, expresó de esta manera su alarma ante este «imperdonable olvido», al tiempo que reclama «un psicólogo clínico en todos los centros con más de 400 alumnos porque los profesores no podemos quedar desarmados».
Desde la Conselleria de Sanidad dieron por hecho, a preguntas de este diario, que el protocolo contempla la «atención a niños con patologías crónicas, y cualquier enfermedad mental considerada crónica está incluida y contemplada en dicho protocolo, por tanto sí están incluidas las enfermedades mentales», señalaron.
Juan García Soto, director del IES La Marxadella de Torrent, apuntó que más que el protocolo el problema de fondo es que faltan «medios y centros» para menores muy conflictivos. Soto incidió en que «hoy en las aulas no hay más problemas de violencia que hace treinta años, aunque hay más alumnos y menos personal». El responsable del IES de Torrent advirtió de que hay alumnos que por su violencia y problemas de conducta necesitan ir a un centro especial y puso el ejemplo de un estudiante que encerró a un profesor en un aula. «Son situaciones muy excepcionales. En 18 años hemos tenido tres o cuatro casos», aclaró.
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, anunció ayer la creación de un grupo de trabajo junto a todas las comunidades para estudiar la introducción de protocolos de prevención y detección de problemas de violencia en las aulas, aunque consideró el suceso de Barcelona un caso «extremo». También pidió «no cargar con más responsabilidad» a los centros escolares.
