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Tribunales

"No podemos pagar un abogado para intentar que reabran el caso"

La familia de María Luisa Reiga, asesinada en 2011, se encuentra abatida tras el archivo de la causa

"No podemos pagar un abogado para intentar que reabran el caso"

La familia de María Luisa Reig, la vecina de Albalat dels Tarongers asesinada en 2011, están abatidos después de que la sección primera de la Audiencia de Valencia decidiese archivar la investigación del caso. Como publicó este diario, el auto de sobreseimiento provisional de la instrucción señala que los datos que permitieron reabrir la causa en noviembre de 2013 han quedado «desdibujados».

Desde que los dos detenidos como supuestos autores de su muerte „su hijo mayor y su exnovio„fueron puestos en libertad la familia no ha parado de luchar para que la investigación continuase. Ahora se sienten indefensos y rotos por la situación.

Yolanda, hija de la víctima, explicó ayer a Levante-EMV, entre lágrimas: «No tenemos más dinero para abogados. Podríamos seguir presentando recursos para que se reabra la causa, pero no lo podemos pagar». Yolanda, que se ha tenido que coger una baja laboral debido al golpe emocional sufrido, explica que para acceder a un abogado público deberían contar con menos recursos, pero que a la vez no pueden costearse uno privado porque «entonces tendría que dejar de pagar la hipoteca, el comedor de mi hijo y demás deudas...».

Atiende al teléfono sin poder reprimir las lágrimas. «Lo que ha pasado es que no se hicieron bien las cosas desde el principio. Tras el incendio de la casa allí pudo entrar mi hermano y hacer lo que quiso, borrar huellas o sacar pruebas. Había una persona desaparecida, hubo un incendio en su vivienda y no se controló el acceso al lugar», asegura. La familia siempre han insistido en que los dos acusados que quedaron en libertad fueron los autores materiales del crimen.

Fue en el cuarto del generador de la casa de María Luisa, en la urbanización Corral Blanco, donde se hallaron sus únicos restos mortales. Allí la Guardia Civil encontró un trozo de un omóplato y de la base del cráneo, totalmente calcinados.

Sin rastro del cuerpo

La investigación determinó que había sido asesinada, descuartizada y quemada. Su familia desde entonces no sabe nada del cadáver de María Luisa, que fue buscado en casas abandonadas, pozos, montes e incluso len a vivienda de su exnovio con un georradar.

Poco después de que ocurriese el asesinato de María Luisa, los agentes de Homicidios de la Guardia Civil detuvieron a su exnovio, Antonio G. V. y al hijo mayor de la víctima, Pedro M. R. como presuntos autores. La Guardia Civil averiguó que la víctima había hablado por teléfono poco antes de su asesinato con Antonio cuando salió de casa de su hermana. Alguien borró los registros de las llamadas del móvil, pero los agentes lograron recuperarlas.

Los indicios que les llevaron a la cárcel fueron que el hijo comentó en una llamada intervenida que la mujer había sido descuartizada, cuando el resto óseo todavía estaba en el laboratorio y el caso bajo sumario.

Además el exnovio aseguró que estaba en su casa esa noche si bien se averiguó en otro pinchazo telefónico que un testigo que vivía con él confesó a una amiga que los sospechosos habían llegado casi al alba. Ese mismo testigo declaró a la Guardia Civil que vio a ambos sospechosos quemando «un hueso largo» en una hoguera.

Tras cuatro meses en prisión, fueron puestos en libertad.El caso se archivó pero la familia logró reabrirlo en 2013, ya que la Audiencia ordenó que se estudiara una brutal agresión que sufrió María Luisa en 2003. La mujer quedó 9 días en coma por una brutal paliza por la que denunció a Antonio.

Pese a todo, se ha vuelto a archivar el caso porque según el auto de la Audiencia, «los indicios» que permitieron reabrir la causa «no se han consolidado por la instrucción practicada, y en cambio, han perdido solidez hasta el punto de perder la calidad de indiciarias».

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