«Mi esperanza hoy es que María José regrese a España y se convierta de inmediato en una influencia positiva para nuestra hija». Es el deseo expresado por Peter Innes, el exmarido de María José Carrascosa, la abogada valenciana que ha sido puesta en libertad condicional tras pasar casi nueve años en una prisión de Estados Unidos durante la pugna por la custodia de la hija de ambos.

Innes, que nunca se ha negado a la excarcelación de su exmujer, considera «acabado» el conflicto en los tribunales españoles, según declaró ayer a Levante-EMV, pero al mismo tiempo es consciente de que es difícil que la familia Carrascosa le facilite el contacto con su hija. «No creo que llegue el día en que María José y la familia quieran cooperar para que existe comunicación o visitas entre Victoria y yo». De todos modos, mantiene viva la esperanza de que algún día, en la edad adulta, Victoria «sienta curiosidad por conocer las dos versiones» hablando con él y que para ello se ponga en contacto con su padre.

En cuanto a las acusaciones de maltrato que María José y su familia han lanzado contra Innes, éste afirma que «las muchas mentiras a lo largo de estos años ya no me generan preocupación. Todo el mundo sabe que nada de lo que dijeron sobre mí es verdad».

El exmarido de la valenciana, que rehizo su vida hace tiempo y tiene un hijo de 8 años con esa pareja, no quiere hablar sobre su relación con Carrascosa, pero ha querido recordar que ha «apoyado la liberación de María José porque sabía que era lo que mi hija quería». La hoy adolescente ha vivido todo este tiempo con sus abuelos, en Valencia, sin contacto físico con sus padres.