Los reyes han dado el pésame a las familias de las víctimas del avión de Germanwings estrellado en marzo en Francia al acabar la ceremonia religiosa oficiada ayer por la tarde en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona durante más de una hora. Don Felipe y doña Letizia encabezaron la fila de personalidades que saludaron a las familias -asistieron familiares de 52 de las 150 víctimas-, y escucharon el testimonio de los familiares, algunos de los cuales les llegaron a enseñar fotos y se mostraron muy afectados.

Los monarcas conversaron con algunos de ellos y se abrazaron con otros, que lloraban al paso de las personalidades, entre las que también han estado los presidentes del Gobierno y de la Generalitat, Mariano Rajoy y Artur Mas; el cardenal-arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y los representantes de las comunidades judía, Jorge Burdman; musulmana, Mohamed Halhoul, y evangélica, Guillem Correa.

El hecho de que la ceremonia fuese realizada únicamente bajo el rito católico -el funeral de Estado en la catedral de Colonia fue completamente abierto- provocó una polémica, dado que muchas de las víctimas eran de otras confesiones, por lo que finalmente el arzobispado incluyó alocuciones de los representantes musulmán, judío y protestante al término de la misa.

Uno de los momentos más emotivos del acto se produjo al principio, cuando entraron en el templo con 150 velas que dejaron en el altar los estudiantes del instituto de Llinars del Vallès (Barcelona), donde estuvo el grupo de 16 alumnos alemanes que murieron cuando regresaban tras un intercambio escolar.