Un incendio cuyas causas trata de aclarar la Policía Nacional calcinó por completo en la madrugada de ayer tres vehículos y causó daños más o menos importantes a otros tres en un descampado que da a las calles Historiador Chabret, Arquitecto Rodríguez y Duque de Mandas, en el barrio del Orriols. El fuego comenzó en una furgoneta de la marca Ford Transit, propiedad de un hombre de 42 años y originario de Gambia, que se ha quedado sin medio de transporte para realizar su trabajo como «collidor».

Un vecino afirma haber escuchado una explosión alrededor de las doce y media de la madrugada de ayer y, al asomarse, vio que las llamas estaban empezando a consumir la citada furgoneta, estacionada dentro del solar, frente al número 2 de la calle Historiador Chabret.

El fuego se extendió a los dos turismos aparcados en los flancos de la furgoneta, un Mercedes ML y un BMW1, que también quedaron destruidos por completo. Además, sufrieron daños por el fuego y el humo otros tres automóviles, un Mini, un MG y un Ford Focus.

«No es la primera vez»

Amara Jobarteh, el propietario de la Ford Transit en la que comenzó el incendio, afirmó ayer a Levante-EMV que «no es la primera vez que los coches aparcados en ese descampado sufren ataques». De hecho, Amara, que lleva casi once años en España, suele bajar de su casa, próxima al lugar del siniestro, varias veces cada noche para ver que su medio de vida continúa intacto. El lunes, llegó a las cinco de trabajar y estacionó la furgoneta en el solar. A las siete se acercó para ver que todo estaba bien. A las doce, antes de acostarse, volvió a comprobar el estado «de la furgona», y continuaba la normalidad. Apenas media hora después fue avisado y cuando acudió al descampado «ya estaba lleno de policías y de bomberos». «Yo no tengo problemas con nadie y no tengo ni idea de qué ha pasado», asegura, al tiempo que lamenta haberse quedado con su principal herramienta de trabajo. «Hace un mes me rompieron un cristal. Y también han roto cristales y espejos a otros coches. No sé quién lo hace ni por qué», concluye. De momento, los agentes encargados de la investigación están pendientes del dictamen de la Policía Científica para saber si ha sido intencionado o no.